Niños que están siempre roncos
Se ha detectado, últimamente, que los niños padecen mucho más de disfonías o ronqueras. Si en principio podemos pensar que se trata de un problema físico o que viene vinculado a alguna enfermedad respiratoria, quizás también podríamos observar un poco nuestro entorno, no debemos olvidar que nosotros somos los vivos ejemplos de nuestros hijos y a menudo realizamos actos, tenemos costumbres o formas de expresarnos que, ya por convivir con ellas toda la vida, no las tenemos en cuenta y que, en cambio, están perjudicando o influyendo de manera negativa en nuestros hijos.
Y en este caso me refiero a la forma de hablar. Dicen que los españoles tenemos la fama de hablar muy fuerte y deprisa, esto hace que nuestra laringe se resienta y según nuestra genética e insistencia, tenga más o menos fortaleza para sucumbir ante las temidas ronqueras. Así que los niños intentarán hablar como nosotros y siendo su laringe más frágil caerá, de forma inevitable, en esas ronqueras que tan complicadas son de curar.
También puede resultar que sea el carácter de tu hijo el que le facilite este problema. Aquellos niños extrovertidos, que tienen dotes de líderes y que les gusta tenerlo todo bajo control, dar órdenes e intentar manejar las situaciones, suelen ser más gritones a fin de imponer su voluntad sobre los demás, por lo tanto lo de quedarse ronco puede ser algo habitual. Pero también influyen las malas posturas o la inadecuada respiración, especialmente al cantar, al correr o realizar distintas actividades, especialmente físicas.
En cuanto a las enfermedades que pueden influir en la ronquera de nuestro niño nos encontramos con los catarros y especialmente la bronquitis y laringitis, aunque esto suele suceder exclusivamente en época invernal que es cuando se producen los resfriados.
Vía | Ser Padres
Foto | Madres hoy
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