Los niños en el cine: Anna Sophie Robb

Hay niños que nacen con un encanto especial para según que manifestaciones artísticas. Niños que son capaces de llenar el espacio con sólo una sonrisa o con un simple gesto casual, casi sin necesidad ni de que abran la boca. La mayoría de estos niños acaban, de un modo u otro, pasando por el mundo de la interpretación, haciendo que esas películas brillen con total nitidez, dando una nueva dimensión a la historia que se cuenta.

Este es el caso de Anna Sophie Robb, una joven estadounidense nacida en Colorado, en el año 1993, hija única de una diseñadora de interiores y un arquitecto, y que una vez superada su niñez se ha convertido en una de las actrices y cantantes con mayor talento del panorama actual de Hollywood.

Desde muy niña fue escogida para hacer distintos anuncios comerciales, entre ellos el más destacado fue una campaña para McDonals. Pero sería con 9 años cuando intervino en una serie de televisión llamada «Drake & Josh». Seguidamente protagonizaría una película, también para la pequeña pantalla, titulada «Samantha: an American girl holiday».

Pero es en la gran pantalla donde Anna Sophie Robb encontró su lugar adecuado. Sería en 1995 cuando fue seleccionada por Tim Burton para ser una de las protagonistas de «Charlie y la fábrica de chocolate», donde también compartía protagonismo con Freddie Highmore, otro niño prodigio del cine americano. En ella interpretaba a la insoportable niña que se pasaba el día mascando chicle y que, al final, encuentra su merecido.

Su siguiente gran éxito resultó ser otra de las películas de culto para el público infantil y juvenil: «Un puente hacia Terabithia», una fantástica película de aventuras y fantasía donde consiguió importantes premios y el gran favor de la crítica. A partir de ahí su carrera ha ido ascendiendo, siendo intérprete de otros trabajos como «La montaña embrujada» o «Jumper», entre otras muchas.

Vía | Wikipedia
Foto | Séptimo Sello

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