Los niños aprenden a tener miedo a arañas y serpientes
El miedo es un sistema de alerta, autoprotección y forma parte del instinto de supervivencia. Ante una situación que consideramos amenazante, nuestro cerebro se pone en alerta y ordena una serie de acciones para prevenir el hipotético daño. Los bebés nacen con la capacidad de sentir miedo, sentimiento que irán desarrollando por situaciones o cosas según vayan creciendo, experimentando y observando su entorno.
Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia ha comprobado que los niños aprenden a detectar y temer a serpientes y arañas más rápidamente que a otras amenzas. La razón puede ser que en la naturaleza existen ejemplares de ambas especies que pueden ser letales para el ser humano que ha aprendido a mantenerlas lejos. A los seis meses los pequeños, según la investigación, no mostraban temor antes estos animales, sin embargo daban muestras de que les llamaban más la atención que otros como los elefantes.
A los tres años, los niños distinguían más rápidamente arañas y serpientes que flores o anfibios. Fueron igual de rápidos los que habían desarrollado el miedo por estos animales como los que no les temían. Una de las autoras del estudio, Vanessa LoBue explica la investigación, «tenemos una predisposición para detectar cosas como las serpientes y arañas muy rápido, y para asociarlas a cosas que son asquerosas o malas, como una voz amenazante».
El miedo ante estos animales, es aprendido, no innato, aunque no se realmente cual es la novedad en esta investigación.
Vía | ABC
Foto | Flickr-Cotinis