La necesidad de poner límites a los niños

La necesidad de poner límites a los niños

Escrito por: Sacra    29 agosto 2009    2 minutos

El mejor regalo que podemos hacer a nuestros hijos es el de una correcta y equilibrada educación. Es una de las mejores formas de amor que podemos entregarles, haciéndoles ver que existen ciertas limitaciones y normas para que puedan convivir y desenvolverse, como adultos responsables y tolerantes, en la sociedad.

Los niños, desde su más tierna infancia, nos van a estar poniendo a prueba continuamente. En muchas ocasiones nos vamos a ver en la disyuntiva de ceder a sus caprichos bien por cansancio, por evitar sofocos públicos ante sus pataletas o, sencillamente, porque nos resulta mucho más cómodo ceder a sus caprichos que intentar enseñarle un correcto dominio de sus emociones y necesidades. Nadie dijo que educar fuera fácil pero, nos guste más o menos, es nuestra obligación como adultos responsables de una vida que hay que modelar.

Son muchas las familias que todavía creen que cediendo a todos sus caprichos se les está dando más amor, cuando esta práctica tiene, totalmente, un efecto contrario. Es en la corrección donde nuestros niños van a aprender a ser pacientes y, a través de ella, crecerán sabiendo respetar los espacios y normas de convivencia que existen en toda sociedad.

Pero para que todo esto suceda debemos empezar cuanto antes. Cuanto más pequeño mucho mejor. Y para ello vamos a necesitar de paciencia, constancia y mucho amor. Por eso es importante la comunicación con tu hijo, en un principio será gestual o visual, para, más adelante, hacerle entender el porqué de tu negativa. Es necesario que él comprenda con claridad las consecuencias positivas de seguir las normas y las negativas de no hacerlo. Debemos dialogar sin llegar a los gritos ni al maltrato físico. Y es aquí donde, también, entra el ejemplo de los padres. No olvidar que, más allá de las palabras, nuestro hijos aprenden de lo que ven y viven a su alrededor. Unos padres que, entre ellos, dialogan y conservan la calma, son el mejor ejemplo para educar en respeto y tolerancia.

Vía | Cuidado Infantil

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