Navidad: qué hacer si a tu hijo no le gusta que le hagan fotos

La Navidad puede producir conflictos cotidianos en relación con la fotografía. En ocasiones, el padre o la madre desea documentar numerosos momentos en fotos, pero percibe que su hijo no se muestra receptivo para posar ante la cámara. ¿Qué hacer en ese caso para que las diferentes expectativas no generen un conflicto recurrente? Sabemos que esta situación puede producirse con más intensidad durante la Navidad, pero puede reflejarse también en otros periodos del año. ¿Cómo actuar en ese caso? Te damos ideas para afrontar la situación.

1. Acepta y comprende los límites de tu hijo

Si no le gusta que le hagan fotos, es importante que aceptes que sus diferencias y características únicas también se muestran en este punto. Quizá haya otro miembro de la familia al que le encanta verse en fotografías, sin embargo, cada persona es distinta. Y es recomendable respetarlo y ajustar las expectativas. Pero intenta ir más allá de la foto para comprender qué representa ese momento. Por ejemplo, el niño quizá prefiera evitar ser el centro de atención si se siente observado.

2. Imprime las fotografías

En ocasiones, imprimir las fotos aporta un cambio de perspectiva en relación con los recuerdos familiares. Hacer muchas fotos en un formato digital no implica disfrutar más de ese material. Los álbumes antiguos son un reflejo de que cada imagen puede convertirse en un verdadero tesoro. Por ello, también puedes priorizar la calidad frente a la cantidad de fotos navideñas.

3. Si tiene miedo, no le obligues a hacerse fotos con los Reyes Magos o Papá Noel

Uno de los recuerdos más típicos de las navidades de la infancia es hacerse fotos con Papá Noel o los Reyes Magos. En aquellos casos en los que el niño no se siente preparado para el encuentro, y afronta la experiencia con miedo y distancia, no insistas en la importancia de ese recuerdo. Seguro que tendrás ocasión de inmortalizarlo en otra ocasión.

4. Sesión de fotos con un fotógrafo con experiencia

Un fotógrafo profesional tiene experiencia en captar la esencia de una imagen navideña en situaciones y momentos diferentes. Por ejemplo, un fotógrafo profesional con una trayectoria sólida en fotografía infantil y familiar, también se ha encontrado con casos de niños que no se muestran cómodos durante el reportaje. Y tienen recursos y habilidades para transmitir confianza y crear la ambientación deseada.

5. Fotografías espontáneas

Frente a una imagen totalmente planificada, destacan aquellas fotos que muestran su auténtica belleza de forma más improvisada. Pues bien, practica la capacidad de observación para estar atento a posibles instantes que pueden convertirse en el marco perfecto de una fotografía sin que el proceso interfiera negativamente en la atención del niño (que está atento y concentrado en una actividad que le entretiene).

Si a tu hijo no le gusta que le hagan fotos, intenta que la cámara no se convierta en un elemento constante en los momentos navideños. Y es que, ese hecho puede incrementar el rechazo hacia ese elemento externo que representa la incomodidad que le produce posar, sentirse observado o cualquier otro aspecto emocional.

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