Nada hay más bonito que la sonrisa de un niño
Los padres opinamos de manera practicamente unánime, que no hay nada mejor que ver sonreir a nuestros hijos. Después del llanto, la sonrisa es la primera forma de comunicación que tendrá el bebé.
Durante el primer mes, cuando el recién nacido está dormido o tranquilo, puede dibujar una sonrisa en su cara. En realidad, no es una sonrisa consciente, tan solo es un precioso gesto.
A finales de este primer mes, será cuando comience a sonreir a sus padres, haciendo incluso algún ruidito. El resto de la familia y amigos tendrán que esperar hasta que el bebé tenga cerca de tres meses, para que les responda con una sonrisa. Es lo que se llama sonrisa social.
Cada niño es un mundo, y se desarrolla a su propia velocidad, sin embargo, si tu bebé a los tres meses no sonrie, coméntalo con su pediatra ya que en ocasiones puede ser un síntoma de una enfermedad.
Investigaciones recientes, confirman que en el cerebro de las madres, al ver la sonrisa de sus propios bebés, se activa de manera particular el sistema dopaminérgico. En otras palabras, el cerebro de la madre responde con una inyección de bienestar ante la sonrisa del hijo.
Nosotras lo sabíamos, la ciencia lo confirma.
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