Al nacer todos somos políglotas
Diversos investigadores, algunos de la universidad catalana, han elaborado un informe en el nos hablan de la capacidad innata del ser humano para aprender cualquier lengua del mundo, así como distinguir sus sonidos y diferencias fonéticas. Pero es durante el primer año cuando esta capacidad se ve limitada por la absoluta influencia de la lengua materna.
Esta investigación se ha llevado a cabo mediante el trabajo conjunto de varias universidades entre Cataluña y Estados Unidos. Sin embargo, la parte principal para llevar a cabo este estudio ha sido gracias a esos padres que han facilitado la colaboración de sus niños. Para ello se han estudiado a diferentes bebés de entre 6 y 11 meses, de Barcelona y Florida.
Los investigadores han partido de la base que cada idioma tiene sus sonidos particulares a los que el bebé está abierto para aprenderlos, analizarlos y pronunciarlos. Por eso, según los expertos, los bebés no sólo escuchan las palabras si no que, además, las ven. De este modo perciben la lengua de forma auditiva y visual. «ni escuchan sin mirar, ni miran las caras de las personas que les hablan sin escuchar», explica Ferrán Pons, experto en el estudio de los mecanismos cognitivos para la adquisición y el uso de diferentes idiomas, además de uno de los profesionales que han elaborado este informe.
Los bebés fueron expuestos a distintos estímulos visuales y auditivos para poder estudiar su percepción, concretamente se trataban de fonemas en lengua inglesa. A la edad de seis meses, la respuesta de los bebés es ‘universal’, es decir, totalmente independiente a su lengua materna. En cambio, los de once meses ya eran más selectivos, particularmente los de Barcelona ya no hacían las asociaciones correctas entre el fonema y la imagen correspondiente. Ahí es cuando empieza el proceso de reorganización perceptiva.
Vía | ABC