Nacer con una exclusiva debajo del brazo

Nacer con una exclusiva debajo del brazo

Escrito por: Sacra    4 octubre 2009    2 minutos

Por mucho que quieran vendernos la idea de que los famosos disfrutan de una normalidad vital como la nuestra, a poco que nos asomemos al mundo del espectáculo o las revistas de moda, nos daremos cuenta que nada o bien poco de habitual tienen esas vidas llenas de glamour y, en la mayoría de casos, excentricidades.

En los últimos tiempos estamos asistiendo a un verdadero ‘baby boom’ dentro del mundo de las ‘celebritys’ que, casi de forma unánime, han decidido repoblar el mundo con pequeñas estrellas mediáticas. Quizás es en ese momento cuando nos encontramos que, tanto la maternidad como el nacimiento, pueden tener precios espectaculares en un mercado donde, a menudo todo vale, incluso la serenidad de vivir un embarazo en lo más placentero de la intimidad.

Hace sólo unos días que nos encontramos con el anuncio de la próxima paternidad del cantante David Bisbal y las primeras fotos de Dante, el hijo de Juanes. En ambos casos los artistas han querido dar la noticia de forma gratuita y mediante sus propias páginas personales, pero no siempre sucede así.

Jennifer López y Marc Anthony, junto a Brad Pitt y Angelina Jolie son los recientes nacimientos famosos pagados a precio de oro, de hecho se habla de cantidades cercanas a los diez millones de dólares. También en nuestro país es una práctica habitual los posados con los recién nacidos, en los últimos tiempos, la revista ‘¡Hola!’ ha mostrado en su portada, bajo talonario, a Ricky Martin con sus niños y Paz Vega con la pequeña Ava.

Pero es ahora, precisamente cuando nos encontramos con una auténtica explosión de mamás famosas que andan recorriendo los distintos medios de comunicación en busca, imaginamos, de llenar la canastilla del bebé. Las modelos Gisele Bundchen, Carolina Kurkova, Adriana Lima o Heidi Klum; también la televisiva Ellen Pompeo o el actor Jude Law, saben bien de esta extraña y, a veces inhumana, unión del mundo de la fama con la propia intimidad del recién nacido. ¿Hasta que punto puede ser de interés general mostrar a un recién nacido, sobre todo si lo rentabilizamos de manera tan desorbitada?…

Vía | Vanitatis

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