Museos con niños: Museo de la Remolacha en Teruel

Llevar a los niños a un museo puede resultar una de las experiencias más divertidas, pero tendremos que saber elegir la temática que lo compone o las actividades que nos ofrecen. Así nos aseguramos de que no se aburren demasiado y sacan su parte de enseñanza de todo aquello que están contemplando.

A lo largo y ancho de nuestro país son muchos los museos que podemos visitar y que resultan de lo más curiosos. Precisamente esta curiosidad es la que hace que los peques se interesen por otros aspectos de la vida, formas de expresar el arte o, incluso, como es el caso, alimentos curiosos que encontramos en nuestro día a día y ni siquiera nos percatamos de ellos. Este es el caso de la remolacha azucarera.

¿Te imaginas que la remolacha azucarera tenga un museo? Pues lo puedes encontrar en el pueblo de Alfambra, en la provincia de Teruel. Este tipo de cultivo es especialmente rico en esta zona consiguiendo ser, durante muchos años, el medio de vida de muchos de los pobladores de aquella zona. Tanto es así que en 1911 se construyó una industria dedicada al tratamiento de la remolacha para extraerle el azúcar. Empresa que duró hasta la década de los 80, cuando tuvo que cerrar sus puertas y se abandonaron las plantaciones.

Pero ahora, en un bonito edificio modernista, se ha instalado el Museo de la Remolacha Azucarera, que resulta ser el primer centro dedicado al cultivo, investigación, historia y producción de la remolacha. En este edificio, que cuenta con dos plantas, podemos encontrar aperos, herramientas de cultivo, útiles para medir y pesar, distintos tipos de semillas, así como curiosidades y la historia de su evolución que se explican en paneles o un documental audiovisual.

El Museo de la Remolacha Azucarera se inauguró en 2002 y puede ser visitado cualquier día siempre que se avise al Ayuntamiento de Alfambra en el teléfono: 978 77 00 25.

Vía | Turismo comarca Teruel

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