La monitorización durante el parto reduce la mortalidad infantil

La monitorización durante el parto reduce la mortalidad infantil

Escrito por: Belén    22 febrero 2011    2 minutos

La monitorización es un método diagnóstico que da datos sobre el ritmo cardíaco del feto y su oxigenación, y como afectan las contracciones a la vitalidad del bebé. Cuando se acerca la fecha del parto, el médico suele indicar la conveniencia de que la madre se ponga «las correas» una vez por semana hasta la 40 y después cada tres días, aproximadamente. Es un método indoloro que puede ser un poco incómodo por la postura boca arriba o de lado, que hay que mantener durante una media hora.

Un estudio realizado por el equipo del doctor Suneet Chauhan, de la Eastern Virginia Medical School, ha analizado los datos de 1.946.000 bebés, el mayor hasta la fecha. Se trataba de comprobar la efectividad de esta técnica que está estandarizada y con estudios poco fiables. Se sabe por algunas investigaciones que esta práctica aumenta las cesáreas y los partos asistidos porque los datos alterados son una alarma de que algo puede ir mal. Sin embargo no se habían mostrado claramente los beneficios.

El doctor Chauhan explica el motivo de la falta de esos estudios, «En parte, por el tamaño de las muestras. Son muy pocos los niños que padecen el problema que detecta en la monitorización. Se necesitan 50.000 casos para demostrar que reduce la mortalidad y estudiar de manera aleatoria a 50.000 mujeres es bastante difícil«.

Tras evaluar los datos de los casi dos millones de nacimientos y descartar factores que podían alterar los resultados, los científicos comprobaron que en el 88 por ciento de los partos se habían utilizado monitores. Estimaron que el riesgo de mortalidad neonatal o infantil corregida era de 3 de cada 1.000 nacimientos con monitores durante el trabajo de parto y de 3.8 cada 1.000 cuando no se utilizaron monitores.

Los bebés monitorizados tuvieron mejor resultado en el test Apgar, tuvieron menos riesgo de tener convulsiones y morir y, se redujo la mortalidad en los seis primeros días de vida. También se vió una reducción de la mortalidad en prematuros. Aunque, por otro lado también constataron una mayor incidencia de cesáreas, con el riesgo que conllevan de infección, daño intestinal e incluso muerte materna. Chauhan concluye que, «Es una decisión conflictiva».

Vía | La Prensa Gráfica
Foto | Bebé Guía

Reportajes