Mochila portabebé Comfort Carrier de BabyBjörn a prueba

Gracias a Infobebe.es hemos tenido la posibilidad de probar una mochila de uno de los especialistas internacionales en productos de puericultura y bebés, la BabyBjörn Comfort Carrier. Siempre he tenido la tentación de usar un portabebés y no me había decidido, tras probar la Comfort Carrier me pregunto porque no lo haría desde el principio. Las especificaciones técnicas podeís verlas en la página web de BabyBjörn, tan sólo incidiré en que está fabricada en algodón cien por ciento ecológico y que ha sido probada según la norma Oko-Tex 100, Clase 1. Esto garantiza que no contiene ningún elemento que pueda causar alergia y que el bebé puede chuparla o morderla sin peligro. Además se lava a 40º en la lavadora.

Al abrir la caja ví un montón de cintas y pensé que sería muy complicada de poner. Estaba totalmente equivocada, es tan sencillo que casi me la pongo con el niño en brazos. Primero metes la cabeza y después los brazos. Ahora tienes que atar las cintas de la cadera, el sistema es muy sencillo. Ajusta primero un lado y después el otro, que quede firme. Algo muy importante es ajustar bien la pieza metálica de la espalda. Une los dos tirantes y de ella depende la comodidad de la mochila para el adulto. Ya la tienes preparada para el bebé.

El peque va siempre en la parte delantera, esta mochila no puede usarse para cargar el niño a la espalda. Puedes elegir si llevar al bebé de frente o mirando hacia tí. Si lo llevas en esta última posición, las piernas pueden ir más o menos separadas. Cambiar la posición de las piernecitas es tan sencillo como abrir una cremallera. Si llevas al niño hacia delante, siempre debe estar abierta la cremallera para que las piernas vayan más juntas.

Levanta a tu peque a la altura de tu cara y guía sus piernas en los agujeros de la mochila, es muy fácil. Cuando esté sentadito tira de la mochila un par de veces para que se acomode bien. Sujeta el respaldo del peque a los tirantes con un simple click y ajusta la longitud de los tirantes para que ambos esteís cómodos. Cuanto más pegadito a tí, mejor se reparte el peso. Todos estos pasos no te llevan más de un minuto.

La mochila puede usarse desde los 3 meses (6 kilos y 55 centímetros) hasta que pese 14 kilos. Mi bebé tiene 10 meses y pesa algo más de 10 kilos. Si hubieramos empezado a usarla antes hubiera sido mejor, los músculos de los padres se van desarrollando a la vez que el bebé. Aún así, el niño pesa mucho menos que sujetándole en brazos. Al peque le encanta, cuando está cansado le gusta ir hacia dentro con las piernas más separadas, es la postura mimosa. Cuando está bien despierto es feliz mirando hacia la calle, no para un segundo de mover brazos y piernas, y lo hace con total libertad. Es un niño acostumbrado al cochecito y no ha extrañado nada la mochila ni ha protestado una sóla vez.

Para el adulto la mochila es muy cómoda si te la pones bien. El secreto es ajustar la pieza metálica de la espalda para que el peso se reparta equilibradamente. Si notas dolor en las lumbares u otro punto de la espalda es que no la tienes bien puesta. Otro punto importante es que el niño no vaya muy separado, el centro de gravedad cambia al añadir al bebé y cuanto más se parezca al propio, mejor.

Utilizo la mochila si la salida no va a ser más larga de 45 minutos o una hora, sobre todo por el bebé que termina cansándose. Para ir con los dos es mucho más cómoda que el cochecito, puedo sentarme en el autobús junto a la mayor en lugar de controlarla a distancia mientras sujeto la sillita. También he descubierto que para los días de lluvia es perfecta. No me gusta nada los plásticos de los cochecitos y con la mochila me basta con un paraguas para los dos.

Por mucho que la publicidad diga que tiene un tejido especial para que circule el aire, hasta que no la he probado no me creía que no fuéramos a pasar calor los dos, y efectivamente no da más calor que tener a tu niño en brazos. Con el calor que está haciendo el peque no ha sudado ni le ha salido ninguna rozadura o marca. Y a mí tampoco, los tirantes son muy anchos y acolchados y ninguna hebilla te toca la piel.

Nada es perfecto, la Comfort Carrier tampoco. Echo de menos un bolsillo donde guardar las llaves, el móvil etc. Si llevas algo más al hombro, y si vas con un bebé es casi imposible no llevar una bolsa con pañales, toallitas y demás ajuar, descompensas la espalda y ya no es tan cómoda. Es más práctica para los papás, suelen ser más altos y no tienen pecho, lo que les permite ponerse al bebé más cerquita. Además suelen tener más musculatura.

Personalmente recomiendo la BabyBjörn Comfort Carrier. Es muy fácil acostumbrarse a ella y lo más importante, el bebé está feliz usándola. Me encanta la posibilidad de acariciarle mientras caminamos, cambiarle de postura según su estado de ánimo y tenerle tan cerquita sin agobiarle. Seguiré utilizándola sin ninguna duda.

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