Los mitos que no se deben creer sobre la lactancia materna

Escrito por: Jaime Gomez    27 agosto 2012    2 minutos

Se han escuchado siempre consejos de tipo casero sobre como conseguir más o mejor leche materna para nuestro bebé que no terminan de ser ciertos. Vamos a ver algunos de ellos.

Los consejos caseros, que a veces tienen buen fin, no siempre producen el efecto que buscamos. En el caso de la lactancia, con más motivo para desconfiar, al carecer de fundamento o evidencia científica. La Asociación Española de Pediatría recoge algunos mitos caseros en su Manual sobre la Lactancia.

A más comida, más leche. Error desde el primer momento. Esto sólo puede dar lugar a que la madre engorde sin beneficio para el bebé. Una dieta sana y equilibrada si favorece a ambos. Que la leche u otro tipo de alimentos aumentan la producción es otro consejo incorrecto. No tiene que ver la leche ingerida por la madre con la leche materna. Y alimentos como las almendras o las sardinas, que se dice mejoran la lactancia, no tienen nada de influencia en esta mejora.

Ingerir líquido en abundancia tampoco es solución. Se debe tomar líquido en su debida proporción y no abusar de ello. Sólo incrementaremos la sed. Líquidos como la cerveza, que es cierto que estimula la producción de prolactina, hormona responsable de la subida de la leche, pero que no aumenta su producción.

Y uno de los más corrientes. A mayor volumen de pecho, más cantidad de leche. Una madre con pechos pequeños puede producir leche en más cantidad que una con pechos más grandes. A veces queremos confundir a las mamás con las vacas. Craso error.

Como el de querer nombrar a la leche materna como de mejor o peor calidad. No existes la calidad en eso. Simplemente, gracias a los cuidados de la madre en su alimentación y su estado físico, podrá amamantar más a su pequeño con su beneficio correspondiente.

Como consejos para escucharlos, están muy bien, son curiosos y tradicionales. Como métodos o recursos para el aumento de producción de leche materna, es un error confiar en soluciones que no han sido testadas científicamente. Pero cada uno es libre de adoptar las medidas que considere oportunas. Sólo hay que estar seguro de que no perjudican en vez de beneficiar.

Vía | consumer.es
Foto | sxc-coloniera2

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