Misteriosa enfermedad quita la vida a decenas de niños

Escrito por: Jaime Gomez    16 julio 2012    2 minutos

Hecho ocurrido en Camboya.

52 niños de 59, afectados por «una misteriosa enfermedad», han fallecido en Camboya en las últimas semanas. La entrada en escena de la Organización Mundial de la Salud ha servido para esclarecer bastante la situación.

Desde el mes de abril en el que se detectó este mal, las autoridades camboyanas no han sido capaces de detectar el origen de estas muertes. Sin embargo, la OMS lo asocia a una presentación, con carácter bastante severo, de una fiebre aftosa humana, aunque unido también a otro factor.

Los análisis llevados a cabo por la OMS han dado lugar a encontrar un virus denominado enterovirs 71 (EV-71) que puede ser el causante de esta fiebre aftosa, además de otras complicaciones posteriores en los pequeños. Pero no se puede dejar a un lado que el tratamiento recibido por ellos ha podido contribuir a su acción destructiva. Increíble.

La mayor parte de los casos, de niños hasta 3 años, fueron tratados con esteroides en catorce provincias diferentes. El tratamiento de esteroides para combatir el virus EV-71 puede producir efectos secundarios en el paciente, llegando a causar la muerte. Sin embargo, las autoridades del país se han limitado a decir que no podían detectar la reacción de los niños por que morían antes de poder realizarles más pruebas. Más increíble todavía.

La OMS fue informada del asunto, al comprobarse, desde un hospital infantil en Camboya, del alto número de niños que morían por este virus. Esta fiebre aftosa, también llamada exantema vírico de manos, pies y boca, es bastante común en países del sureste asiático. Pero la aparición de otro tipo de síntomas ha dilucidado que la mezcla de las consecuencias del virus junto a la administración de los esteroides ha podido acelerar el proceso de ataque del mismo, causando la muerte de los niños.

Lo que me parece increíble es la ligereza de expertos sanitarios en Camboya a la hora de administrar estos esteroides, teniendo en cuenta que es una enfermedad detectable en el sureste asiático, ¿Por qué no investigaron algo más? Y cuando administraron los primeros esteroides, ¿no detectaron el perjuicio que estaban causando en los pequeños? Y al final, sus conclusiones son «una misteriosa enfermedad». Está claro que de lo increíble a lo patético sólo hay un pequeño paso.

Vía | semana.com

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