Mindfulness para padres: cómo empezar a practicar atención plena
Muchos padres y madres practican la atención plena en su vida diaria. Integran un hábito que alimenta la presencia consciente, la reflexión, la educación desde el amor y la amabilidad. Sin embargo, el desarrollo de la atención plena también puede verse interrumpido por obstáculos, barreras y dificultades. En Uno más en la Familia compartimos seis consejos para ayudarte a dar tus primeros pasos en esta disciplina.
1. Practica la observación en la rutina diaria
Cualquier instante de la rutina se transforma por completo y adquiere una dimensión más profunda cuando está acompañado por el valor de la observación. La observación y la conexión con las sensaciones te llevan de forma inmediata al momento presente. Es decir, puedes practicar el encuentro con el ahora durante un paseo, en la hora del desayuno o durante una ducha relajante.
2. Escribe un diario de meditación y mindfulness
Cada proceso de descubrimiento en la práctica de mindfulness es único y personal. Si quieres integrar la meditación y la atención plena en la maternidad o la paternidad, escribe un diario. Es decir, crea un cuaderno de reflexiones con tus progresos, dificultades y vivencias. También puedes utilizar tu diario para establecer objetivos y hacer un registro de la evolución asociada al proceso.
3. Conecta con tu respiración
A través de la práctica de la atención plena puedes poner atención en un aspecto concreto como, por ejemplo, tu respiración. De hecho, la respiración es un importante centro a nivel vital. El estrés, las tensiones, el miedo o las preocupaciones producen una huella en este aspecto. A través del mindfulness abrazas el ahora por medio de la práctica de la presencia consciente. Y cuando conectas con el compás de tu respiración, alimentas tu bienestar integral.
4. No juzgues tus pensamientos: los pensamientos no son negativos
Algunas personas han interiorizado la creencia de que la práctica de la atención plena implica alcanzar un estado de silencio absoluto. Sin embargo, una de las principales dificultades de quienes dan sus primeros pasos en el mindfulness es el ruido interior.
Conviene señalar que el pensamiento o el diálogo interior no es negativo. De hecho, el mindfulness puede ayudarte a reorientartarlo hacia la amabilidad, la serenidad y la aceptación. En cualquier caso, recuerda que tú no eres tus pensamientos. Es decir, no establezcas una identificación absoluta.
5. Integra el mindfulness en un horario específico de tu rutina
Para que una práctica se convierta en hábito, es recomendable hacer un espacio objetivo en la agenda. Revisa tu rutina habitual y dedica unos minutos a practicar mindfulness en un horario que se alinea con tu estilo de vida. Este punto es muy importante porque puede ayudarte a comprometerte con tu autocuidado.
6. Encuentra grupos de apoyo
Puedes practicar la atención plena de forma individual. Pero es recomendable que participes en grupos de apoyo integrados por otras personas que también cultivan los valores del mindfulness en su estilo de vida. Esa red de apoyo en torno a la práctica de la atención plena puede estar formada por otros padres y madres, pero también por perfiles diferentes.
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