Mi niño es tímido
En algunas ocasiones la timidez puede denotar cierta inseguridad o vergüenza, es una sensación que aparecerá si se está rodeado de un entorno extraño o con personas que no le son familiares. Pero la timidez no debería ser, por sí misma, un problema.
No tenemos que caer en el error de pensar que los niños tímidos son antisociales o huraños. La timidez puede ser una manera de vincularse con los demás, puede ser una característica de un niño reservado, con una personalidad tranquila y con un gran control de su aspecto emocional.
Todos los pequeños pasan por una etapa de timidez, un momento de la vida cuando les temen a las personas extrañas o no quieren estar en compañía de quienes no conocen demasiado bien.
La psicóloga Sara Montejano considera, respecto a este tema: “El tener cierta timidez nos permite observar el entorno para poder adaptarnos a él de manera eficaz. Esta actitud nos permite saber cuáles son las reglas de la situación social por las que nos tenemos que regir”. Solo nos deberemos preocupar si los niños evitan estar en todas las situaciones sociales, o si se estresa o la pasa realmente mal al estar con otros niños. Entonces debemos analizar si estamos frente a un problema y consultar con un profesional si es necesario.
Todos los pequeños pasan por una etapa de timidez, un momento de la vida cuando les temen a las personas extrañas.
Causas de la timidez en los niños
Existen diferentes razones por las que un niño puede ser tímido. Distintos estudios consideran que hasta la genética puede predisponer a un niño a tener comportamientos tímidos. Otra causa común estará determinada por el aprendizaje social. “Los niños aprenden por imitación, normalmente de figuras de su entorno cercano. Si nuestros modelos no exhiben conductas sociales eficaces, es difícil que puedan aprenderlas”.
Muchos niños que son sobreprotegidos o no reciben la atención necesaria pueden tener mayor probabilidad de desarrollar timidez. Si sus familiares cuentan con una actitud más abierta, pero el niño es retraído no se deberá pensar esto como algo negativo, sino comenzar a ver la manera en que se generan las relaciones sociales.
En ciertas ocasiones la timidez podrá provocar problemas en los niños y, por esa razón, la familia tiene que intervenir para que pueda aprender a relacionarse con los demás de manera correcta. Los adultos deberán aceptar la situación y no presionar a los pequeños, si se ejerce presión lo único que se logrará es que el pequeño se cierre más.
Una buena medida será incrementar las situaciones de interacción con sus pares, se podrá llevar con mayor frecuencia a los niños al parque o anotarlos en actividades que generen una relación con otros niños, siempre pensando en los gustos del peque.
Reforzar su autoestima será muy bueno, si ellos sienten que comenzaron a relacionarse con sus pares y sienten que lo están haciendo bien seguramente aprenderán que esa conducta es buena y la volverán a repetir.
“Normalmente el primer aviso suele venir de los profesores. En clase, en el patio, en los juegos etc., es cuando más se ve cómo se relaciona y los profesores suelen ser los primeros que detectan si hay problemas de interacción”, señala Montejano.
Vía | Cuidate plus
Foto | Pixabay – Kheinz
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