Método de las 5S: cómo mantener el orden en una casa con niños
Mantener el orden en el hogar es un aspecto muy positivo tras la formación de una familia. Es un concepto que se presenta como una aspiración a tener en cuenta, aunque conviene encontrar la medida. Es decir, el desorden también suele tener su propio espacio en la vivienda en un hogar con niños pequeños (aunque no sea de manera permanente). Los progenitores pueden encontrar diferentes herramientas para potenciar la organización en la vida familiar.
El método de las 5S ofrece una hoja de ruta a tener en cuenta. El nombre del método mencionado hace referencia a las iniciales de cinco palabras japonesas que comienzan con la letra s. A continuación, explicamos cuáles son las etapas que componen el método señalado.
1. Clasificación, clave para identificar lo que sobra
Este proceso de análisis es decisivo para establecer una separación entre los recursos prácticos y otros elementos que resultan totalmente prescindibles o no añaden un verdadero valor en la vivienda. Esos materiales, por otra parte, pueden tener una nueva vida a través del reciclaje, la donación o la venta. En algunos casos, puede que lo más conveniente sea tirar los productos si se encuentran muy deteriorados.
2. Organización y orden: cuando cada cosa ocupa su lugar
Con frecuencia, existen algunos rincones del hogar que tienden a convertirse en un foco de desorden. Por ejemplo, la mesa de centro en el salón u otro mueble auxiliar puede acumular más cosas de las necesarias. La segunda fase del método consiste en alinear cada elemento con su lugar correspondiente: aquel que resulta más adecuado desde el punto de vista práctico y funcional.
3. Limpieza: crea un cronograma de tareas y un calendario realista
Los diferentes apartados del método indicado están perfectamente vinculados. La fase de clasificación y la organización suponen una preparación para llevar a cabo la limpieza posterior de las diferentes superficies y estancias de la vivienda.
En ese caso, es recomendable contar con un calendario realista para atender de manera gradual los diferentes objetivos. Además, las distintas tareas pueden atenderse en familia a través de la colaboración. Por ello, cuando los niños crecen también pueden empezar a ser partícipes de actividades sencillas.
4. Tras la limpieza llega el seguimiento
Cuando el hogar muestra su mejor versión desde el punto de vista del orden, la organización y la limpieza, conviene poner el foco en el mantenimiento. Es decir, puedes centrarte en la realización de aquellas acciones que potencian la armonía en el entorno.
5. Constancia y perseverancia: el orden es un objetivo a largo plazo
Para que el mantenimiento de un espacio sea posible en la práctica, es esencial adoptar hábitos y rutinas que se alinean con el objetivo del orden. Es decir, el verdadero punto de inflexión en la vivienda se produce cuando la secuencia de las etapas descritas se completa hasta el final.
En definitiva, este método japonés está integrado por cinco etapas que se sintetizan en las siguientes palabras que comienzan por la letra s: seiri, seiton, seiso, seiketsu y shitsuke (que dan nombre a los cinco apartados que hemos desarrollado en el artículo).
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