Mesas sensoriales: ¿Qué son y qué beneficios ofrecen?

A través del juego, los niños conectan con la realidad y perciben información mediante sus sentidos. Algunas propuestas de ocio potencian la experimentación y la estimulación. En la superficie de una mesa sensorial se sitúan distintos materiales. Este es un juego que puedes encontrar en tiendas, pero también existe la posibilidad de prepararlo en casa utilizando materiales seguros.

Qué es una mesa sensorial o de experimentación

El niño explora de forma autónoma, siempre en compañía de un adulto, los materiales presentes en esta mesa. Este es un entorno creativo y sorprendente. Los colores, las texturas y sensaciones como el frío y el calor son ingredientes que forman parte de esta experimentación.

Este tipo de mesa ofrece un ambiente preparado para la investigación, ya que cuenta con varias cubetas en donde se introducen contenidos que los niños tocan directamente. La mesa elegida debe estar a la altura del peque. Es posible ir incorporando nuevos elementos en este entorno de juegos para favorecer el descubrimiento de otras sensaciones. Esta mesa puede convertirse en un elemento más de la decoración del hogar. Algunos diseños son sencillos y elegantes.

Los modelos elaborados en madera son atemporales. Además de seleccionar una mesa práctica, también conviene elegir un lugar de la casa para situarla. La terraza y el jardín, espacios de exterior que amplían el salón durante el buen tiempo, son entornos especialmente apetecibles para jugar en primavera y verano. También puedes situar esta mesa en la cocina, ya que el tipo de suelo de esta zona es más resistente y fácil de limpiar.

Este tipo de interacción fomenta el juego libre, puesto que no existen unas instrucciones precisas durante el proceso. Este recurso educativo no solo puede utilizarse en el hogar, sino también en el ámbito académico. Cuando el niño esté jugando en casa con los materiales de la mesa, debe estar siempre acompañado por su padre o por su madre.

Beneficios de una mesa sensorial o de experimentación

El bebé asimila información nueva al percibirla directamente a través de los sentidos. Este entorno creativo alimenta la imaginación infantil, ya que esta diversión ofrece múltiples posibilidades para crear. Este aprendizaje propicia el desarrollo de nuevas habilidades.

Este tipo de juego sensorial alimenta el contacto con la naturaleza desde el propio hogar. La arena y el agua son dos de los materiales que se emplean en este tipo de dinámica. Además, también puedes crear mesas sensoriales temáticas en el contexto de cada estación del año.

Este tipo de juego no solo impulsa la experimentación, sino también el factor sorpresa. Este es un espacio perfectamente preparado para que el niño juegue y se divierta. La cuidada presentación estimula la vista del bebé. Pero, principalmente, el niño descubre los materiales a través del tacto. Esta interacción potencia la calma, la concentración y la tranquilidad.

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