Los médicos deberían dejarse llevar más por las corazonadas
Parece ser que las corazonadas podrían resultar claves para la detección de infecciones graves en los niños, o al menos eso es lo que sugiere un estudio que han realizado investigadores ingleses y belgas. Tras estudiar los datos de más de 3.900 niños menores de 16 años en Bélgica, observaron que 21 de ellos ingresaron en urgencias por infecciones graves.
De estos 21 niños, nueve fueron remitidos a sus casas sin solicitar ninguna prueba adicional. Sin embargo, los médicos afirmaron posteriormente haber sentido una corazonada sobre que podría ser algo más grave en cuatro de los nueve niños. Igualmente también pudieron extraer del estudio que los médicos con menos experiencia sienten más corazonadas a diferencia de los más experimentados. Aunque esto no significa que unos u otros acertaran más o menos gracias a su intuición.
Según los expertos, deducir una enfermedad grave en niños pequeños es muy difícil tan solo basándose en síntomas más o menos comunes. Por eso, la importancia que según la autora del estudio, Ann Van den Bruel, habría que darle a la intuición de los pediatras que atienden a los pequeños en primera instancia.
Según los datos registrados, la mayoría de las corazonadas se produjeron en casos en los que los niños tenían síntomas como antecedentes de convulsiones, la respiración y la apariencia general que presentaban. Los autores remarcan que igual de importante es la intuición de los padres ya que son los primeros en notar que los niños están extraños.
La conclusión a la que llegan los investigadores es que en el momento que los médicos noten algo raro en el niño hagan caso a la corazonada y lo deriven a especialistas, les realicen pruebas más específicas o no duden en pedir opinión a compañeros con mayor experiencia.
Vía | Medlineplus
Foto | Flickr-Comunidad de Madrid
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