Medicinas: preguntar antes de tomar
El otro día apareció en los medios de comunicación que según el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) en España abusamos de los antibióticos, ya que somos el segundo país de la Unión Europea, sólo superado por Francia, que más medicamentos de este tipo consumimos por habitante.
Ni qué decir tiene que la automedicación es una práctica que deberíamos evitar siempre y si estamos embarazadas, aún más. Si nos encontramos mal, antes de tomar cualquier tipo de medicina, hay que consultarlo con nuestro médico.
Durante el embarazo, serán los profesionales los que valoren qué medicamentos podemos ingerir, en qué cantidad, durante cuánto tiempo y si el riesgo del compuesto es asumible o no. Es decir, nuestro doctor será el responsable de prescribir una u otra medicina en función de cómo nos encontremos y de cuáles pueden ser los riesgos para el embrión o feto.
Además, cuanto más al principio del embarazo estemos, más importante será evitar todo tipo de riesgos. Es cuando el embrión se está formando y cuando más posibilidad de lesiones puede sufrir y que puede dar lugar a abortos. Cuando el feto ya está desarrollado, los problemas disminuyen, pero sigue siendo igual de fundamental que toda nuestra medicación se realice bajo supervisión médica.
Así, que desde el momento en que pienses que hay una posibilidad por pequeña que sea de estar embarazada, consulta con tu médico cualquier medicamento y también adviértelo siempre que te vayas a hacer alguna prueba médica que pueda ser perjudicial para nuestro futuro bebé, como las radiografías.