En la mayoría de los casos es el perro familiar el que muerde al niño

En la mayoría de los casos es el perro familiar el que muerde al niño

Escrito por: Belén    25 noviembre 2010    2 minutos

En un 78 por ciento de los casos de niños mordidos por perros, el animal es la mascota de la familia o pertenece a un conocido. Los niños con más riesgo de sufrir un ataque de estos animales son los menores de cinco años. Las razas implicadas mayoritariamente en estos ataques no son las que se consideran de riesgo, sino pastores alemanes, razas cruzadas y «de compañía».

Los datos son las conclusiones de dos estudios sobre el tema, uno estadounidense y el otro español. La peculiaridad del americano es que el lugar en que se hizo los pitbull son perros prohibidos. En España no, y sin embargo los datos son muy similares. Investigadores del Hospital Juan Canalejo de A Coruña analizaron 606 historias clínicas de niños entre 3 meses y 13 años, siendo la media 5 años, atendidos en sus urgencias por un ataque de un perro. El 78 por ciento de los pequeños fueron atacados por el perro familiar y la mayoría en la cara que es lo que pilla a la altura del animal.

En Denver los niños estudiados fueron 537, también con cinco años de media, entre 2003 y 2008. En el 68 por ciento de los casos el niño tenía 3 años. El 52 por ciento fue mordido por la mascota familiar, el 14 por ciento por la de un vecino, el 12 por ciento por el perro de un amigo y el 9.5 por ciento por un desconocido. En la mayoría de los casos el motivo fue que el perro se sintió provocado por los numerosos abrazos del niño o que el niño se asustó o pisó al animal.

Los autores informan de que, «Las lesiones por mordeduras de perro son un problema común y devastador , con una incidencia anual de 12 personas por cada 10.000 habitantes y representan el 1 por ciento de todas las visitas a Urgencias. La probabilidad de que un niño sea atacado por un perro a lo largo de la vida es de alrededor de un 50 por ciento, y de un 80 por ciento cuando se hace referencias a las mordeduras graves que afectan a cabeza y cuello».

Las recomendaciones son comunes para ambos equipos, los niños no deben estar sólos junto a un perro sin bozal, «Es responsabilidad de los padres el reconocer las razas agresivas, así como los comportamientos de estos animales y nunca permita que sus hijos estén cerca de un perro si no le está vigilando».

Vía | El Mundo
Foto | Flickr-Gianfrancopetrella

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