Mayor riesgo de acoso escolar para los niños alérgicos
Ya ha empezado un nuevo curso escolar y nuestros niños, en la mayoría de los casos, empiezan esta nueva etapa con una vibrante emoción. Estrenar material, encontrarse con los amigos o dejarse llevar por las sorpresas que les deparan nuevos retos en la enseñanza, son algunos de esos ingredientes que tanto apetecen a nuestros peques, aunque pasados unos meses, algún que otro, ya empiece a añorar el tiempo de vacaciones.
Pero no todos los niños aceptan con buen agrado este nuevo cambio. Muchos de ellos, por desgracia, sufren una mala experiencia en la escuela. El acoso escolar, por desgracia, se ha convertido en una de las lacras que tienen que padecer nuestros hijos, muchas veces sufrido en secreto y con graves consecuencias. Este acoso puede deberse a multitud de razones, cuál de ellas más ilógica e injusta: religión, raza, estado económico, característica física… Ahora, además, se ha unido otro que, como el resto, sigue siendo una crueldad sin fundamento: las alergias.
El 30 por ciento de niños alérgicos han sido discriminados o acosados
Se trata de un estudio publicado en la revista médica «Journal of Peadiatrics and Child Health» y del que se ha hecho eco la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP). En él se pone de manifiesto como los niños que sufren algún tipo de alergia, especialmente alimentaria, tienen un mayor riesgo de padecer algún tipo de acoso o discriminación en el entorno escolar.
Según las cifras, el 30 por ciento de los niños alérgicos han manifestado haberse sentido discriminados o acosados en algún momento de su etapa colegial. Si pensamos que entre el 4 y el 8 por ciento de la población infantil española, sufre algún tipo de alergia alimentaria, entonces hablamos de un elevado número de niños que tienen que pasar por un trance que no siempre es agradable, mucho más si recibe un impacto desfavorecedor de su entorno social.
Ser alérgico a veces provoca aislamiento social
Los niños que padecen alergias alimentarias se ven obligados a llevar una estricta dieta, lo que provoca un fuerte impacto en su calidad de vida. En muchas ocasiones, estas restricciones les provocan estrés, ansiedad y alteraciones en su ánimo, lo que les empuja al aislamiento social. Asistir a una fiesta de cumpleaños, por ejemplo, les puede llevar a sentir miedo ante el riesgo de tomar, de forma accidental, ese alimento que su organismo rechaza.
Pero ¿de qué forma manifiestan los niños ese acoso ante sus compañeros alérgicos? Según esta investigación, que se ha realizado en Estados Unidos, Canadá, Italia y Japón, los niños se ven acosados con bromas pesadas, muchas de ellas repetitivas y constantes. Intentar «contaminar» su estricta alimentación o camuflar en su almuerzo el alimento prohibido, así como las burlas despiadadas y la humillación sin límites hace que estos niños se sientan estresados, haciendo que esta angustia pueda llegar a trágicos desenlaces.
Vía | El periódico
Fotos | Junin al minuto y Panorama
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