Maternidad: cómo conectar contigo y tus necesidades como madre
La exigencia de la maternidad se manifiesta en muchos aspectos. Sin embargo, es habitual que el niño se convierta en el centro de atención de la rutina, mientras que, a veces, la madre se sitúa en la última lista de sus propias prioridades. Los cambios experimentados, la velocidad con la que se producen, el punto de inflexión y el desarrollo de un nuevo rol pueden hacer que, a veces, la mamá se sienta totalmente desconectada de su realidad interna. En Uno más en la Familia compartimos seis consejos para volver a conectar contigo y tus necesidades.
1. Haz una pausa en aquellos aspectos en los que puedes detenerte
El ritmo de la vida no se detiene en la maternidad. Es imposible poner en pausa algunos proyectos, pero quizá puedas ser más flexible con otras tareas, rutinas y objetivos. Si estás permanentemente inmersa en procesos y proyectos, vives constantemente centrada en lo externo. Haz una pausa en algunas ocupaciones para encontrar tiempo para ti.
2. Planes con amigas y amigos
El contacto con los amigos de siempre también puede experimentar un cambio de ritmo tras la maternidad. Sin embargo, los planes, conversaciones y próximos encuentros crean una expectativa positiva en el ánimo (y dejan un agradable recuerdo en la memoria). La compañía de tus amigos te proporciona un espacio de seguridad para reencontrarte con esa parte de ti que ya existía antes de formar una familia.
3. Las quejas están permitidas
Es cierto que la queja no soluciona un problema o una dificultad. Sin embargo, la visión de la maternidad idealizada tiende a reprimir cualquier comentario negativo o desencanto sobre la experiencia. Quejarse es muy humano y puede suponer un desahogo (sin que eso implique que te quedas estancada en ese punto de vista). Es decir, la queja tiene su momento, al igual que la gratitud, la alegría o la ilusión.
4. Acepta que estás cambiando y evolucionando
Conectar contigo misma no significa volver a un punto de tu vida determinado. La conexión y el autoconocimiento se producen siempre en presente. Y es recomendable que aceptes que estás cambiando y evolucionando (en la maternidad y en otras esferas de tu vida). Abraza esa transformación, actualiza tus expectativas, comprende tus nuevas prioridades y deja atrás aquello que ya no te sirve (creencias limitantes o valores que no te representan actualmente).
5. Hazte la rutina más agradable
Si deseas volver a conectar contigo, puedes empezar por los aspectos más sencillos. Hazte la rutina más agradable. Aprovecha esos pequeños espacios que surgen en la joranda para darte pequeños placeres. Por ejemplo, descansar, escuchar música, pasear, leer unas páginas de una novela que te encanta…
6. Observa la belleza que te rodea: tú formas parte de ella
La existencia se transforma tras la formación de una familia. La felicidad de la vida previa se amplía con la dimensión de un amor y un sentido de la belleza que ilumina el presente en los momentos clave. Aunque la rutina no sea perfecta, porque nada lo es, se producen instantes mágicos en los que todo adquiere un nuevo significado. Por ejemplo, una sonrisa de tu hijo puede convertirse en el mayor premio emocional tras un día complejo.
Para volver a conectar contigo y tus necesidades, como mujer y madre, es importante que no delegues este proceso en alguien externo. Es decir, no esperes que sea tu pareja, un familiar o un amigo quien se dé cuenta de aquello que necesitas si, por ejemplo, te sientes más vulnerable. En ese caso, pide ayuda y colaboración (comunícate con los que te rodean). Y empieza por hacer espacio en tu estilo de vida actual a la introspección y el autoconocimiento.
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