Más esperanza de vida para los bebés extremadamente prematuros

Uno de los graves problemas a los que se enfrenta la medicina actual es el de los nacimientos prematuros. A pesar de los grandes avances que se están realizando en estos términos, la dedicación, tanto científica como emocional que se profesa a estos bebés, todavía sigue siendo excesivamente elevada la tasa de fallecimientos que se producen debido a este contratiempo. No debemos olvidar que uno de cada trece bebés que nacen en nuestro país lo hacen antes de hora, lo que puede acarrearles un buen número de problemas de salud.

Se consideran nacimientos extremadamente prematuros aquellos que se producen entre la semana 22 y 28 de gestación, la tasa de mortalidad para estos niños sigue siendo especialmente elevada (sólo en Estados Unidos, uno de cada cuatro de estos bebés fallece). Aunque según un estudio realizado en Reino Unido, esta dramática tasa ha ido disminuyendo a lo largo de los últimos años.

Sin embargo según esta investigación, que ha sido publicada en el «New England Journal of Medicine», este descenso en los fallecimientos de bebés muy prematuros se ha visto reflejado, sobre todo, en aquellos que presentaban inmadurez, problemas pulmonares o infecciones y lesiones en el sistema nervioso central. Sin embargo se notó un ascenso en las muertes de aquellos que padecían enterocolitis necrotizante, que se trata de una complicación intestinal debido a no haberse cumplido las debidas semanas de gestación.

A lo largo de los últimos 50 años la esperanza de vida de los bebés prematuros ha aumentado de forma muy positiva. Tanto es así que sólo en los últimos 11 años, el descenso de los fallecimientos de bebés muy prematuros se sitúa casi en un 10 por ciento, por lo que los investigadores siguen mirando al futuro con esperanza.

Vía | Infosalus
Foto | Pequelia

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