Más claro que el agua, un libro para aprenderlo todo sobre este líquido esencial
Casi todos tenemos clara la importancia de llevar una dieta sana y equilibrada en todo momento y, especialmente, durante el embarazo y la lactancia. Sin embargo tendemos a olvidarnos de algo tan importante como el agua, el principal ingrediente de nuestra dieta. El agua mineral natural no solo nos hidrata, además aporta minerales esenciales que nuestro cuerpo necesita pero no es capaz de fabricar por si mismo. En España contamos con más de 100 aguas embotelladas diferentes, de las que el 80 por ciento son aguas naturales de mineralización débil, aptas para todos los miembros sanos de la familia.
Magda Carlas, licenciada en Medicina y Cirugía y especialista en nutrición, ha publicado el libro Más claro que el agua en el que nos cuenta todo lo que deberíamos saber sobre el agua mineral natural y nunca nos han contado. Tanto para las embarazadas como para las madres recientes su lectura puede ser de gran interés. En el primer caso como en la lactancia, porque aumenta la necesidad de ciertos minerales como el calcio y el magnesio así como los requerimientos fisiológicos en agua. En el segundo para saber que tipo de agua es la mejor para preparar los biberones y papillas de nuestro bebé, que especialmente durante su primer año de vida, requiere un aporte mineral importante.
Debemos leer las etiquetas antes de decidirnos por una u otra agua ya que cada una es única y con una composición constante y conocida. En ellas explican el aporte de minerales naturales que tiene cada tipo de agua. La cantidad de minerales se expresa en forma de residuo seco y cuanto mayor sea este, mayor será la cantidad de minerales que contiene. Así podremos elegir el agua que realmente necesitamos.
La OMS recomienda beber agua mineral natural con un rico aporte de minerales debido a que el 30 por ciento de la población adulta ingiere cantidades inferiores a las idóneas de calcio y magnesio. Pese a la creencia generalizada, el agua mineral natural no tiene porqué suponer un problema para las dietas bajas en sodio, el 80 por ciento de las que se comercializan en España son aptas para este tipo de dieta. Lo son todas las que contengan menos de 20mg/l.
La autora nos recuerda que no debemos esperar a tener sed para beber, algo que deberíamos tener en cuenta también con nuestros hijos, ofreciéndosela antes de que la pidan. Cuando el cuerpo avisa de la sed ya hemos perdido un 1% del agua corporal y ha comenzado el proceso de deshidratación que tiene consecuencias a nivel físico y cognitivo.
Un libro muy interesante para todos, el agua es imprescindible para la vida y deberíamos saber que consumimos y que deberíamos consumir.