Manualidades para niños: Tambor con cara de niña
A veces nos resulta bastante complicado mantener entretenidos a los niños, especialmente ahora que están de vacaciones en sus guarderías, por eso nunca está de más ir aprendiendo algunos trucos, pequeñas manualidades con las que, además de mantenerlos entretenidos durante un buen rato, les ayudamos a mejorar su coordinación manual, algo que, como todo en la vida, se va aprendiendo a base de practicar y practicar.
En esta ocasión os traemos un divertido instrumento musical con el que, además van a pasarlo genial. Se trata de un tambor, hecho con materiales reciclados y que les va a servir, además, para iniciarse en el mundo de la interpretación musical. Eso sí, si eres excesivamente sensible a los ruidos, mejor busca otro más silencioso.
Los materiales que vamos a necesitar son: 1 caja redonda vacía de quesitos, 1 palo de madera, papeles de colores, lana, dos bolas de madera con agujero, pegamento, tijeras y celofán.
Lo primero que vamos a hacer es forrar la caja de quesitos, la hemos hecho de color rosa para que se asemeje a la piel del rostro de la muñeca. En una de las partes de la caja, haremos una hendidura para meter el palo (puede ser el de un pinchito de madera, un lápiz viejo…) y lo sujetaremos con varias capas de celo para que no se mueva al mover el tambor. El siguiente paso es hacerle el pelo de la niña, para la cabeza y flequillo utilizamos una cartulina negra y las coletas con trocitos de lana. Para las trenzas largas, cortamos una tira y colocamos la bola en la punta, haciéndole un nudo para que no se salga, las cogeremos a la caja mediante un agujerito hecho en el cartón y afianzadas con un nudo.
Ahora ya nos queda cerrar bien la caja para que no se caiga y decorar su carita. Con cartulina de distintos colores, haremos la boca, los ojos y una nariz. Puedes hacer lo mismo por el otro lado de la caja, y así elegir dos tipos de caras diferentes: alegre y triste, enfadada y feliz o asustada y durmiendo.
Vía | Con mis hijos
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