Manualidades con niños: Un barco reciclado
Las vacaciones están muy cerca y hay que pensar en como llenar el tiempo de los niños con actividades al aire libre pero también con otras más caseras, para las horas de mayor calor. Un barco hecho a partir de un tetrabrick les entretendrá mientras lo hacen, después porque pueden jugar con él en la playa, la piscina o la bañera, y es un buen ejercicio de reciclaje. Se puede hacer más o menos complicado según la edad y los gustos del niño.
Necesitamos un brick vacío de zumo o leche, unas pajitas de plástico o palitos de madera (aprovecha para reciclar los de helado), plástico o cartulina, tijeras, pegamento o celo y rotuladores. Lo primero es limpiar bien el tetrabrick para que no queden restos de su anterior contenido.
Primero hay que quitar una de las caras anchas del brick. Si usaís un cutter para hacerlo, ayuda a los niños o hazlo tu mismo. La caja que ha quedado será el casco del barco, podeís dejarlo así o pintarlo con rotuladores permanentes a gusto de los peques. Recorta dos cuadrados de cartulina, uno un poco más grande que el otro. Serán las velas. De nuevo podeís dejarlas del color que están o dejar que los niños muestren su creatividad decorándolas. Haced dos agujeros en cada vela, arriba y abajo para pasar la pajita o el palo por ellos. Con pegamento, cinta de doble cara o mucho celo, pegad la pajita al fondo del casco del barco. Si usaís pegamento poned un pegote y clavad la pajita. Ya está listo el barco, preparado para flotar y jugar en el agua.
Una alternativa a este proyecto sencillo, es poner un brick pequeño a modo de puente de mando dentro del casco y no poner velas. Pégalo bien con pegamento o cinta de doble cara y deja que los niños lo decoren.
Como decíamos al principio, el proyecto se puede complicar lo que queramos. Con la parte que hemos recortado del tetrabrick podemos hacer una cabina para el barco. Usa la mitad del cartón y pégalo dentro del casco del barco en la mitad superior. Haz un agujero en el centro de la cabina e introduce en él la pajita o el palo de madera. Con plástico transparente, de una bolsa para cocinar al vapor, por ejemplo, recorta dos velas triangulares proporcionales al tamaño del barco. Deja que el niño las pinte como le guste. Bordea las velas con papel celo para que no se desgarren.
En la pajita haz dos agujeros, uno justo donde empieza a salir del casco del barco y otro unos centímetros más arriba en la parte contraria. Coloca un palo en cada agujero, paralelos al casco del barco y perpendiculares a la pajita que es el mástil. Haz varios agujeros en los bordes de cada vela con un perforador.
Ata el vértice de una de las velas a la parte superior de la pajita y haz lo mismo con cada agujero de la vela y la pajita bajando hasta el casco del barco. El extremo que queda libre átalo al final del palito horizontal que corresponda. Repite lo mismo con la otra vela que quedará en la parte contraria del barco. Ya teneís un velero. Para que el mástil no ceda por las velas, puedes poner cuatro tirantes de hilo desde el extremo superior de la pajita al casco del barco. Y listo para navegar.
Si lo intentaís contadnos como quedó.
Vía | Craft-Proyect
Foto | Hellokids