Manualidades infantiles de Navidad: Calendario de Adviento con renos
Ya estamos a un paso de cerrar el penúltimo mes del año y entrar de lleno en diciembre, ese mes especial, y no solo porque con él cerramos otra cifra de nuestro calendario, si no porque en él se celebran unas fiestas un tanto especiales: las Navidades. Para todos aquellos que tenemos niños sabemos lo importantes y agradables que resultan estas fiestas que, más allá de cualquier connotación religiosa, siguen estando repletas de tradiciones con las que seguir disfrutando, especialmente, del calor familiar.
Una de esas tradiciones, que si bien es importada desde el norte de Europa, que ya se ha hecho un hueco en nuestras fiestas es el calendario de Adviento. A partir del 1 de diciembre y hasta la misma Nochebuena, el 24, cada día los niños celebran este periodo con un regalo. Antiguamente se encendía una vela cada día, luego se tomaba un chocolate y ahora, se ha hecho tan amplia que podemos celebrarlo con todo lo que queramos: golosinas, un pequeño regalito, un libro, una moneda… Lo más fácil es ir a un comercio y comprarlo, pero seguro que te apetece más hacerlo en casa, con la ayuda de tu pequeño. ¿Quieres saber cómo?
Para hacer este simpático calendario solo vamos a necesitar vasos de papel, pinturas, cartón, unas pinzas y unos trozos de cordel.
Aquí vemos como los vasos son marrones, pero si no los encuentras puedes pintar los tradicionales blancos o forrarlos con papel marrón. El siguiente paso es decorarle la cara, puedes hacerlo con ojos movibles, como los que venden en los bazares o tiendas de manualidades, o pintarlos directamente en el vaso. Con el hocico, exactamente lo mismo. Lo siguiente será ponerle los cuernos que los haremos con cartulina marrón y los pegamos al vaso en la parte trasera. Y ahora solo nos queda hacer dos agujeritos a los lados del vaso y pasar una pequeña cinta o cordel. Luego extenderemos una cuerda larga y con las pinzas, en la que habremos escrito el número del día, dejaremos colgado nuestro cubo-reno y, en el interior, esconderemos la sorpresa. Es fácil ¿verdad?… pues manos a la obra antes de que sea tarde.
Vía | El Sueño de Teresa