Manualidades de verano: Fused Beads

Manualidades de verano: Fused Beads

Escrito por: Belén    27 junio 2015    2 minutos

Las fused beads son pequeñas perlas o canutillos para formar coloridos diseños sobre plantillas. Una vez terminado se plancha y queda un precioso adorno permanente hecho por nuestros peques. Una divertida manualidad para las siestas de verano.

Mi gran batalla durante el verano, y la de muchos padres, es tener a los niños entretenidos en las horas de más calor. Si no tenemos una zona de agua cercana hay que quedarse tranquilos a la sombra o en casa y buscar ideas para que a los peques se les pase el rato rápido. Las manualidades son una gran opción, desarrollan la psicomotricidad fina, les hacen sentirse orgullosos de hacer algo con sus propias manos y pueden tenerles un buen rato ocupados. Pero, hay que tener varias opciones para que vayan variando y no se cansen pronto.

Mi último descubrimiento son los fused beads (perlas fundidas). Se conocen por muchos nombres, generalmente sus marcas comerciales: Hama, Perler, Melty, Fuse o Pyssla Beads y son pequeños canutillos plásticos con los que hacer composiciones de colores. No son nada nuevo, hay auténticos artistas de las perlas fundidas, pero en casa no las habíamos probado y han causado sensación.

Manualidades con fused beads

Las fused beads se venden en botes o paquetes que incluyen una gran cantidad, de colores variados. Se trabaja sobre unas plantillas con pinchitos en los que se van colocando las perlitas para dar forma al dibujo que queramos. Una vez terminado, sin sacarlas de la plantilla, se pone papel vegetal sobre el dibujo y se plancha, a temperatura media y sin vapor. Las perlas se pegan unas a otras y quedan fundidas. Solo hay que sacar el diseño, dejarlo enfriar y tendremos lista nuestra creación.

Se pueden hacer infinidad de dibujos y utilizarlos como imanes de nevera, posavasos, llaveros, colgantes, cuadros o adornos. Con un poco de maña y una pistola de silicona podemos transformarlos en formas 3D y hacer portalápices, cajitas o cofres. Son estupendas para que los niños dejen volar su imaginación, estimulan su creatividad y al ser pequeñitas son un buen ejercicio manual.

Se pueden comprar en muchos sitios, las nuestras las compramos en IKEA junto a 4 plantillas: un cuadrado grande, uno pequeño, un corazón y un círculo. El bote enorme de Pyssla cuesta 7 euros y las plantillas 2.5 las cuatro. Por como han empezado creo que merece la pena la pequeña inversión. Eso sí, son muy pequeñitas, si tienes niños pequeños pueden ser peligrosas.

Fotos | Flickr-Janneke Duijnmaijer y Flickr-Petunlad

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