La magia, un estupendo entretenimiento para los niños

Cada niño es un mundo y, por lo tanto, a cada uno le gusta una tipo de diversión diferente. El teatro, la música o los cuentacuentos, son algunas de esas diversiones que los niños pueden disfrutar desde la butaca de un centro cultural o de ocio. Pero quizás, de las que más éxito tienen entre los pequeños son aquellas relacionadas con la magia.

Los magos, los ilusionistas y prestidigitadores, han dejado de ser unos artistas exclusivos para adultos haciendo que todo su arte se expanda, también, para el público infantil. También han hecho mucho esos personajes de la literatura y el cine que han calado bien a fondo en el corazón de los peques como, por ejemplo, Harry Potter. Así que no es extraño que, en su eterna curiosidad, quieran imitarlos.

Cuando los niños son muy pequeños, la magia es la magia, existe, y no se preguntan nada más. Pero es alrededor de los cinco o seis años cuando ya empiezan a descubrir que, detrás de esas desapariciones o esos descubrimientos inverosímiles, existe un truco. Es el momento de las preguntas y de, en muchos casos, aprenderse las claves para convertirse en un buen mago.

Si tu niño te pide aprender magia debes saber que existen muchos libros y manuales que le pueden ayudar a hacer trucos con objetos cotidianos. También existen en las jugueterías kits completos con guías para enseñarse. Entérate, también, si en tu zona existe alguna asociación de magos ya que ellos suelen organizar talleres para los más pequeños.

Que los niños practiquen magia les aporta muchos beneficios, entre ellos les ayuda a ser más sociables al intentar demostrar a otros niños sus habilidades. Otra de las ventajas es que la magia fomenta el desarrollo del pensamiento. No olvidemos que para que el truco salga bien, hay que seguir unos pasos determinados y memorizarlos. Y lo que es mejor: hacer magia es regalar ilusión y alegría e intentar que los demás sean más felices. ¿Se puede pedir más?

Vía | Ser Padres
Foto | Ella hoy

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