Madres primerizas: consejos para gestionar el miedo al parto
El miedo al parto es un factor que también puede vivirse durante un segundo embarazo. Sin embargo, es más frecuente en madres primerizas que perciben ese momento como una experiencia nueva y desconocida hasta entonces. El propio testimonio de otras personas cercanas puede alimentar la inquietud, cuando dichos relatos transmiten historias que no aportan tranquilidad, sino preocupación ante múltiples variables que pueden materializarse durante el proceso.
Sentir miedo al parto en la maternidad es una experiencia que conviene aceptar, comprender y validar. Es decir, no es positivo reprimir este sentimiento, aunque no resulte fácil de gestionar. En Uno más en la Familia te damos cinco consejos para aliviarlo, canalizarlo y afrontarlo.
1. Conecta con el momento en que te encuentras
La tendencia hacia la anticipación no solo puede materializarse en el embarazo, sino en cualquier otro periodo de la vida. Pero esta etapa es especialmente positiva para tomar conciencia del valor que tiene el ahora. Ocúpate de aquellas cuestiones que puedes atender en cada fase.
2. Verbaliza el miedo al parto ante otras personas cercanas o mujeres que se encuentran en la misma etapa vital
El temor que produce el miedo al parto se intensifica todavía más cuando se silencia. Y se convierte en un peso que, sin embargo, puede liberarse y aliviarse por medio de la conversación y el diálogo. Verbaliza este temor en la forma en la que lo sientes. Es decir, quizá puedas concretar de un modo más específico qué te produce más inquietud en relación con el tema. En ocasiones, las ideas y sensaciones giran en torno al miedo al dolor o el sufrimiento. No solo es importante hablar sobre ello, sino también elegir a personas que transmiten calma, confianza y empatía.
Habla sobre esa cuestión, pero dedica tiempo a otros muchos temas de conversación. Ten en cuenta que tu atención se dirige de un modo principal al asunto que te ocupa en cada momento. Por ello, la palabra es terapéutica desde distintas perspectivas.
3. Anota tus dudas y resuélvelas
Existen dudas y preguntas que pueden surgir en cualquier instante. Sin embargo, las cuestiones no resueltas pueden convertirse en un foco de preocupación cuando vuelven de manera recurrente a la mente. El asesoramiento especializado es esencial para dar con la clave de muchas de esas preguntas que necesitan responderse de una manera personalizada. Por otra parte, el curso de preparación al parto también proporciona herramientas de apoyo para gestionar el temor ante ese momento.
4. Planificación centrada en aspectos que puedes decidir
La perspectiva del propio objeto de temor cambia dependiendo del modo en el que te posicionas ante aquello que te preocupa. Y la planificación es clave para desarrollar un papel protagonista. Por ejemplo, reflexiona sobre quién quieres que te acompañe en el parto y por qué razón. Es decir, reflexiona sobre cómo puede ayudarte la compañía de esa persona.
5. Visualiza momentos felices previos y posteriores a ese momento
Cualquier proceso tiene una duración temporal. Sin embargo, cuando se percibe desde el temor surge el riesgo de no ampliar la mirada más allá de ese instante. Es una perspectiva que también anticipa una situación que no ha ocurrido todavía. Visualiza algunos de los momentos felices que deseas vivir en compañía de tu bebé. Del mismo modo, conecta con otras experiencias agradables que quieres disfrutar durante el embarazo.
Tal vez alguien te recomienda que no tengas miedo al parto, como si conseguir ese objetivo fuese realmente sencillo. El miedo es natural en madres primerizas y también tiene un sentido positivo. No te centres en el propósito de evitarlo. Conecta con tu propia esencia interior y tu confianza para potenciar tu resiliencia.
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