Las madres nos resistimos a desnudar al niño con fiebre
Hace unos días me tocó pasar por urgencias pediátricas, como a un gran número de padres en este frío invierno. La sala de espera estaba literalmente repleta de niños, especialmente bebés, tanto que los casos menos graves tenían un tiempo de espera de 4-5 horas para ser atendidos. A pesar de que la temperatura en la sala era más que agradable, la mayoría de los niños seguían tan abrigados como cuando llegaron, o casi.
Las cinco horas nosotros las pasamos dentro de urgencias. En ese tiempo mientras trataban y valoraban a mi bebé, fueron muchos los niños que entraron y salieron. Invariablemente a los que lo hacían con fiebre las enfermeras les pedían a los padres que los desnudaran. No hubo ni una sola mamá (los padres mientras daban vueltas por la sala de espera) que lo hiciera a la primera. Todas mostraban resistencia y les dejaban al menos con el body puesto. Cuando les insistían en que les quitaran toda la ropa les acurrucaban contra ellas para arroparles.
Por lo que comentaban les daba miedo que el niño se pusiera peor si le dejaban sin abrigo. Es una de las cosas que más trabajo nos cuesta entender a las madres y supongo que también a los padres. Un niño con fiebre ya está malito y en invierno lo más habitual es que sea por un catarro o similar. Su cuerpo ha elevado la temperatura para luchar contra la enfermedad, por lo que no sentirá frío cuando le desnudemos. Se le quita la ropa para ayudar a su cuerpo a regularse. En el momento en que baja la fiebre, se le vuelve a vestir. Pensándolo bien, no tiene ningún sentido intentar enfriar al niño abrigándole más. Es como si quisieramos enfriar la sopa poníendola al fuego.
Para el personal de urgencias debe ser muy cansado estar todo el invierno repitiendo lo mismo, me extraña que aún no hayan puesto carteles en la misma sala de espera.
Foto | Flickr-Balpa