Las madres actuales necesitan que los padres se impliquen más en la crianza de los hijos

El mundo de las encuestas está lleno de paradigmas que, si bien nos ofrecen una respuesta sesgada y no siempre demasiado fiable, también nos puede servir como escala medidora de nuestra realidad frente al mundo. Y ha sido la marca pediátrica ‘Philips Avent’ la que ha realizado este sondeo a fin de analizar las principales características de la madre actual, una madre que, de forma invariable, por mucho que sucedan los siglos, sigue estando preocupada, en primer término, por la salud de su bebé.

En el resto de cuestiones las ideas y formas de vida han ido cambiando. Según los responsables, la gran diferencia está en que se ha pasado de «una madre trabajadora, dentro y fuera de casa» a una «madre profesional». Algo que, aunque pudiera parecer un impedimento en la crianza de los niños, aporta una serie de elementos positivos que no podrían ser de otro modo. El principal es la implicación de la figura paterna en el cuidado y educación de los hijos.

De todos modos, todavía queda mucho por recorrer en la ‘normalización’ del padre en las labores propias de la crianza. Así nos encontramos con que la mayoría de las mujeres piensan que los padres no se responsabilizan suficientemente en el cuidado filial. Tanto es así que un 37 por ciento de las mujeres encuestadas confían más en sus madres que en sus parejas para cuidar a los niños. Aunque, para ser sinceros, también existe un 36 por ciento que no se deja ayudar por ellos cuando se brindan.

La tarea que mejor desarrollan los papás es la del baño, ahí hay un 45 por ciento de implicación. En segundo lugar está pasear con ellos o darles de comer, que es un 38 por ciento y un 26 por ciento son los que lo llevan a la guardería o al pediatra.

Pero si algo ha ayudado a conseguir una igualdad y un derecho pleno en la crianza para los hombres, ha sido el permiso de paternidad. Hoy en día, casi un 48 por ciento de los padres han solicitado este beneficio que, en mi opinión, va más allá del propio acto de la procreación como una obligación biológica, es, además, el acto de crecer haciendo crecer desde el día a día y el segundo a segundo.

Vía | Hola

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