Lunares congénitos, debemos controlarlos
Los lunares que tienen los niños al nacer necesitan ser controlados por el compromiso funcional y estético que provocan. Según el tamaño que tengan pueden estar relacionados con melanoma en el futuro.
Este tipo de lunares también son conocidos como nevus y se trata de lesiones cutáneas en donde se agrupan células y se hacen notables en la piel. Estas células son de dos tipos: congénitas o adquiridos (cuando aparecen a lo largo de la vida y siempre son de menor tamaño que los congénitos, no superando los 5 mm).
Los lunares congénitos aparecen cuando los pequeños nacen, estadísticamente 1 de cada 100 recién nacidos los tienen. Lo que debemos tener en cuenta es que no todos los lunares son iguales.
Suelen ser clasificados por su tamaño: los pequeños tienen menos de 1.5 cm; los medianos entre 1.5 y 20 cm, los gigantes más de 20 cm (muy pocos comunes).
Dentro de los pequeños o medianos podemos observar aspectos diferentes, pueden ser una simple mancha o una pápula de color café claro, en algunos casos se trata de lesiones bien marcadas.
Si bien los primeros días tendrán con color rojo suave, con el paso de los días se irá oscureciendo. Pueden aparecer en el abdomen, dorso superior, hombros o extremidades.
Cuando nos referimos a un lunar gigante y al ser el niño tan pequeño, podrá cubrir una parte importante de su cuerpo. Tendrán pigmentación irregular que variará en las diferentes regiones del mismo. Al ir creciendo la mancha se volverá más oscura.
Debemos observar la evolución de los lunares a lo largo de la vida de los pequeños, mirar que cambios van teniendo y tener informado si vemos algo que nos llaman la atención. Muchos profesionales recomiendan ir tomando fotos de los lunares para ver su evolución.
En el caso de que el profesional lo considere necesario se podrá realizar una biopsia insicional para ver su estructura, si se trata de un lunar superficial, se descarta por completo algún tipo de problema. Si es un lunar profundo será necesario su resección.
Si el bebé se encuentra dentro de los 15 días de vida, en vez de hacer una resección se realiza un curetaje, pero eso queda a criterio del equipo médico.
Vía | Pediatria al Día
Foto | Flicrk – Espejo Eterno