Luchas de poder entre hermanos: ¿Cómo actuar como padre?
Las luchas de poder son muy frecuentes en el ámbito familiar. En ocasiones, el hijo reta a los padres a través de respuestas o comportamientos que parecen poner a prueba la paciencia y la autoridad de los progenitores. Es una respuesta que surge de forma recurrente ante las normas y los límites externos. Sin embargo, las luchas de poder no solo pueden manifestarse en el marco de vínculos asimétricos en los que existe una jerarquía como sucede en la relación entre padres e hijos o profesores y alumnos.
De hecho, es una circunstancia que también se produce en relaciones entre iguales como sucede cuando surge la rivalidad o los celos en el aula o, en el ámbito del hogar, cuando nace la envidia entre dos hermanos. Cuando llega un nuevo miembro a la familia, el sistema familiar cambia en su conjunto. Por ejemplo, el hijo único se convierte en el hermano mayor cuando la familia crece.
Por qué se producen las luchas de poder en la infancia
Aquellas respuestas y decisiones que surgen en el contexto de una lucha de poder, muestran el deseo de reafirmación ante los demás y la defensa del propio espacio personal. Las luchas de poder pueden intensificarse o agravarse en la etapa adulta, cuando parece no haber un punto de conexión entre dos personas. Es decir, en algunos casos pueden agravarse o prolongarse durante años. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones son puntuales y concretas durante la infancia. En ese caso, dan lugar a conflictos que forman parte de la convivencia y pueden manifestarse en diferentes momentos como, por ejemplo, alrededor de la mesa o durante una tarde de juegos.
La lucha de poder entre hermanos suele derivar en el deseo de destacar frente al otro. En este contexto, el otro se percibe como un obstáculo que pone a prueba la propia capacidad para controlar una situación determinada. Por ejemplo, la lucha de poder puede exteriorizarse a través del deseo de dar indicaciones a otro hermano y que este atienda los mandatos de manera obediente. Conviene no presuponer que es el hermano mayor el que siempre quiere imponer su voluntad ante el hermano menor (porque también puede producirse la situación contraria).
Cómo actuar ante las luchas de poder entre hermanos en la infancia
Con frecuencia, los progenitores se preguntan cómo deben actuar para tratar las luchas de poder que surgen en los hijos. Sin embargo, no es necesario intervenir de forma inmediata en todas las ocasiones. Es posible supervisar, acompañar y estar pendiente de aquello que pasa sin actuar de forma directa ante el menor signo de conflicto. Porque los conflictos que surgen entre hermanos no siempre son negativos.
Sencillamente, los niños también pueden desarrollar sus habilidades y recursos emocionales para gestionar las luchas de poder que se plantean en los momentos cotidianos y que, en consecuencia, surgen alrededor de cuestiones que no tienen una gran trascendencia a largo plazo. Evidentemente, es fundamental intervenir de forma urgente si se produce cualquier circunstancia que pueda suponer un peligro para el bienestar o la seguridad de los niños.
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