Los niños aprenden más si las historias infantiles son de humanos
Las historias infantiles, ya sean a través del cine o de la literatura, son una parte importantísima para el disfrute infantil. Pero además de tener un objetivo meramente de ocio, también resultan ser una excelente herramienta para que los peques aprendan otra serie de conceptos como son la amistad, la solidaridad, la generosidad o la entrega. Valores que, a menudo, son complicados de expresar con palabras pero que a través de los cuentos o las películas quedan mucho más claro para la mente infantil.
Sin embargo, un reciente estudio realizado en Toronto, Canadá, ha comprobado que aquellas historias infantiles en las que los protagonistas son humanos tienen más efectividad que en las que son animales u otro tipo de objetos. Es como si los peques se sintieran más identificados y, por lo tanto, el mensaje les llegara en toda su plenitud.
Mayor identificación con los protagonistas humanos
Son muchas las historias en las que los protagonistas son animales u otros objetos inanimados a los que se les dan vida. Si nos referimos a las películas tenemos algunas clásicas como «Bambi» o «Dumbo», y ya en la actualidad nos encontramos con «Cars» o «Bichos», por ejemplo. A estos personajes, un tanto singulares, se les otorgan sentimientos y acciones propias de los humanos, por lo que se tocan temas como la amistad, el esfuerzo o la valentía, entre otros muchos.
Estos temas son similares a aquellas otras películas o historias en las que los protagonistas son seres humanos. Niños como ellos, con padres parecidos a los suyos y compañeros de colegio similares. Sin embargo, aunque el mensaje es el mismo, parece que es en este segundo caso, donde los niños tienen un comportamiento diferente, es como si se sintiesen más identificados con los que consideran iguales a ellos, por lo tanto el mensaje les llega perfectamente y hace que su comportamiento varíe.
La enseñanza llega con más claridad si los protagonistas son como ellos
Se trata del primer estudio realizado en torno a este tema por lo que los expertos son cautelosos, aconsejando ahondar más y realizar nuevos estudios para comprobar bien los resultados.
En él se han escogido un grupo de niños con edades comprendidas entre los 4 y los 6 años a los que se les ha leído una historia protagonizada por animales y otra por seres humanos. Después se ha comprobado cual era su comportamiento con respecto al tema que habían escuchado.
Lo que los expertos llaman un «comportamiento prosocial» dio como resultado que aquellos donde los animales eran los protagonistas, los niños se mostraban más ariscos y egoístas. En cambio en los que aparecían seres humanos, se comportaban de forma más generosa. Era como si lo aprendido en la historia lo aplicaran a su propia vida.
Los autores de este estudio nos alertan sobre la importancia que tiene la lectura, o el cine, en nuestros pequeños ya que son capaces de variar su comportamiento dependiendo de la historia que escuchen. Por eso es importante que si lo que queremos es dejarle una enseñanza, es mucho mejor que elijamos una trama en la que los protagonistas sean humanos. De esta forma se sentirán identificados y la harán suya.
Fotos | Sucess Yeti y Cocinefilms
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