Los bebés aprendieron más palabras nuevas en el confinamiento
El uso de la tecnología aumentó de forma significativa durante el periodo de confinamiento. De hecho, ofreció los medios necesarios para impulsar la formación desde casa, así como el teletrabajo. Es decir, padres y niños estuvieron expuestos durante más tiempo a las pantallas por circunstancias relacionadas con un contexto extraordinario.
¿Pero cuáles son las observaciones realizadas en torno a bebés de entre 8 y 36 meses? La Universidad de Oslo responde a esta cuestión por medio de estudios realizados sobre este tema. La investigación llevada a cabo concluye que los bebés también experimentaron un mayor contacto con la tecnología, como consecuencia de su interacción con el entorno. Especialmente, en aquellos países en los que el tiempo de confinamiento fue más prolongado.
Los niños aprendieron nuevas palabras durante el confinamiento
Los minutos de exposición a las pantallas aumentaron respecto al periodo previo al comienzo del confinamiento. Sin embargo, la investigación también pone el acento en el lenguaje y el aprendizaje de nuevas palabras.
Pues bien, las investigaciones desarrolladas por la Universidad de Oslo explican que los bebés ampliaron su vocabulario de forma significativa respecto al periodo previo al mes de marzo del 2020. Sin embargo, el descubrimiento de nuevos términos fue mayor en aquellos bebés que, aunque también estuvieron en contacto con la tecnología, no lo hicieron de una forma tan prolongada.
Beneficios de la lectura en los niños durante el confinamiento
El periodo de confinamiento no solo estuvo vinculado con el aumento en el uso de las pantallas, sino también con la posibilidad de compartir más tiempo en familia en el propio hogar. Los padres hicieron muchos planes con sus hijos. Pues bien, el tiempo de lectura dio lugar a un aprendizaje de nuevas palabras. Las observaciones de la investigación realizada se contextualizan en el marco de un periodo determinado por una situación extraordinaria. De hecho, fue en ese escenario incierto cuando la cultura se convirtió en el mejor refugio creativo de las familias. Y el hábito de la lectura se intensificó durante esas semanas.
El contacto frecuente con la tecnología no es positivo en la infancia. Sin embargo, el incremento en el uso de las pantallas se localiza en un periodo marcado por grandes desafíos. Como, por ejemplo, teletrabajar y cuidar de los niños en casa. El tiempo de utilización de la tecnología fue excesivo, y ese es un dato negativo. Aunque, desde el punto de vista del lenguaje y la ampliación del vocabulario, los expertos muestran una variable positiva: un enriquecimiento de la comunicación.
El confinamiento supuso reducir el campo de interacción social, desarrollado de forma presencial, a los límites del propio hogar. La asistencia a la escuela infantil o el encuentro con otros familiares alimenta la comunicación. A pesar de ello, las condiciones del confinamiento no causaron un impacto significativamente negativo en el lenguaje de los niños, según lo observado en dicha investigación.
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