Los loquios y el perineo
Además de estimular la bajada de la leche y producir los entuertos, la ocitocina también provoca la expulsión de los loquios, pequeñas pérdidas de sangre, líquido amniótico, tejidos del embarazo y coágulos. Los loquios deben ser expulsados durante el puerperio para liberar la cavidad uterina.
Durante los primeros días posteriores al parto, estas pérdidas son de color rojo intenso y con abundante cantidad de coágulos. Al cabo de una semana comienza a disminuir para desaparecer al cabo de un mes, aproximadamente.
Todos estos signos son normales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que:
Los loquios no deben tener mal olor.
No aparecen acompañados de fiebre.
Se trata de pérdidas escasas, diferentes de una menstruación en cantidad y aspecto.
Las mujeres que amamantan no tendrán menstruación ya que la ocitocina inhibe el ciclo menstrual por su acción sobre el endometrio (capa interna del útero).
No te debes confiar que por este motivo no se podrá quedar embarazada. Por el contrario, puede aparecer la ovulación sin menstruación durante la lactancia, dificultando la identificación de los días fértiles.
Otro signo que aparece durante el posparto, aunque resulta preocupante para las mamás que lo experimentan, es la molestia e inflamación del periné. Esta área, que va desde la vagina hasta el recto, resulto muy distendida durante el trabajo de parto y el parto mismo.
Allí mismo es donde se practica el corte de la episiotomía en cuyo caso se experimenta aun más la sensación de incomodidad.
Estos son los cuidados necesarios para el perine en el posparto:
Para evitar infecciones con la contaminación de la zona rectal, higienizar siempre de adelante hacia atrás y no a la inversa.
Cambiar los apositos cada cuatro o seis horas, sobre todo en las primeras dos semanas posparto.
Si duelen los puntos de la episiotomía, aplicar una bolsa de hielo.
Al acostarse, hacerlo de costado.
No debes permanecer sentada mucho tiempo sobre asientos duros, usar almohadones.
No es bueno usar ni tampones ni algodón.
No lavarse con la ducha del bidet, sino higienizar la zona con agua tibia que corra desde adelante hacia atrás.
Fuente | Voy a ser mamá – Dr. Roberto Yahri