Locus de control: ¿Qué es y cómo influye en padres y madres?

Padres y madres, al igual que cualquier adulto, pueden poner su felicidad en sí mismos o, por el contrario, dar más peso a las circunstancias externas. La crianza, la educación y la formación de una familia son proyectos que están condicionados por múltiples variables.

El modo de afrontar la realidad del día a día en la maternidad o la paternidad cambia de forma significativa en función de dónde se encuentra el locus de control. Cuando este es interno, no te sientes continuamente desbordado por aquello que ocurre sino que, con frecuencia, sabes que tú tienes la capacidad de decidir.

¿Eres el dueño de tus decisiones o te sientes desbordado por los acontecimientos?

El locus de control interno no evita los obstáculos, dificultades, límites y circunstancias complejas que se producen tras haber formado una familia. Pero sí cambia el modo de afrontar esos momentos. La persona mantiene el foco de atención en lo esencial y, en definitiva, alinea sus palabras y acciones con esta dirección. Por el contrario, el locus de control externo en padres y madres es causa de ruptura de expectativas.

En este tipo de circunstancia existe una distancia significativa entre aquello que uno espera y lo que finalmente sucede. Gestionar las expectativas, tras haber formado una familia, es una premisa básica para no depositar sobre el bebé el peso de estas creencias. El locus de control externo refuerza la indefensión aprendida en quien cree que no puede hacer nada verdaderamente relevante para influir en una situación. Por el contrario, el locus de control interno pone el acento en el empoderamiento, la superación personal y las potencialidades del ser humano.

Ejemplos de locus de control externo en padres y madres

En el ámbito familiar puede ponerse de manifiesto el locus de control externo cuando padres y madres responsabilizan a los educadores de la escuela infantil de aspectos que deben asumir en primera persona. En una situación de este tipo, también puede producirse el error de responsabilizar a la educación familiar recibida en la infancia de posibles errores presentes. En ese caso, la persona se aleja de esta etapa por poner el foco de atención en el pasado.

El locus de control externo refuerza emociones desagradables como la frustración, la desmotivación y la decepción. Por el contrario, los niveles de alegría aumentan cuando una persona está alineada con su propio centro.

Locus de control interno en el embarazo

El locus de control interno resulta positivo en cualquier periodo de la vida, también, durante el embarazo. En ese momento, la embarazada se centra en los cuidados que puedes llevar a cabo para incrementar su bienestar. El locus de control interno alimenta la motivación de quien observa aquello que puede hacer respecto a un asunto. Cuando se da un mayor protagonismo a la suerte o el azar, se produce el efecto contrario.

Como puedes ver, existen formas muy diferentes de vivir y experimentar una realidad. Como sabes, educas a tu hijo cada día a través de tu propio ejemplo. Por ello, también puedes inspirarle con la referencia habitual de acciones y palabras que están alineadas con el locus de control interno.

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