Llenos de Gracia, excelente película para padres y profesores

Llenos de Gracia es una película ambientada en los años 90. Una cinta que puedes ver actualmente en la cartelera. Cuenta la historia de Marina, una monja que se incorpora a un nuevo destino: comienza a trabajar como profesora en El Parral. Un centro que se encuentra en una situación de incertidumbre, puesto que el riesgo de cierre está próximo en el horizonte. El trabajo diario de Marina y del equipo educativo no es sencillo. El grupo de alumnos rompe las normas frecuentemente y muestra un alto nivel de desmotivación ante el estudio.

Llenos de Gracia es una excelente película. Una propuesta muy refrescante y luminosa que, además, se inspira en los largos días estivales. Carmen Machi da vida a Marina, personaje al que hemos hecho referencia previamente. Pablo Chiapella, Paula Usero, Nuria González y Anis Doroftei forman parte de un reparto que se completa con el talento de actores muy jóvenes.

Reflexiones sobre la película Llenos de Gracia

Llenos de Gracia es una película que trata temas muy humanos, a pesar de ello, no profundiza excesivamente en la historia vital de cada uno de sus personajes. Sin embargo, sí se intuye que la biografía de muchos de ellos está condicionada por la huella del sufrimiento y la adversidad. Pero también por la resiliencia y la superación personal.

Llenos de Gracia nos recuerda que existen muchos tipos de familias diferentes. Y las monjas que trabajan en el centro hacen todo lo posible por proporcionar un presente y un futuro mejor a los niños que pasan todo el año en el orfanato. Ofrecen disciplina, pero también nuevas oportunidades. Observan la capacidad de cambio en los alumnos. Conectan con ellos, incluso cuando se ponen a la defensiva y hacen todo lo posible para boicotear un proyecto prometedor. Es una película que recuerda el valor de la mirada atenta para comprender la realidad del otro. Una capacidad de atención que es visible en numerosos instantes a través de la labor de la hermana Marina.

Llenos de Gracia recuerda, por otra parte, que el apoyo de una sola persona puede marcar la diferencia en el futuro de quien afronta un presente vulnerable. Un vínculo fuerte y significativo es sinónimo de reconocimiento, compañía, amabilidad, sentido positivo y amor. La película pone el acento en el proceso de formación y de transformación de distintos lazos. La educación a través del deporte se convierte en el hilo conductor de la película. Y en torno a este proceso de aprendizaje surgen importantes lecciones. Ser un equipo es una de las más importantes. La lucha por un objetivo común es otro mensaje relevante. La aceptación de la derrota compartida alimenta el crecimiento interior. Pero, también, subraya el descubrimiento de la experiencia de la victoria como expresión de autoestima.

A veces, no es fácil describir con palabras todo aquello que puede ofrecer una película puesto que la interpretación personal enriquece la vivencia cinematográfica. Y cada espectador disfruta de una experiencia emocional que es única. En cualquier caso, Llenos de Gracia es un claro ejemplo de cine de calidad que educa en valores al espectador. La sonrisa se dibuja en el rostro en muchos momentos de la trama porque el humor es uno de los ingredientes principales en el modo de abordar cada tema.

Público objetivo de la película Llenos de Gracia

Pese a que se especifica que la película está recomendada para mayores de 7 años, creo que es más adecuada para adolescentes. Pero especialmente es recomendable para padres, profesores y educadores. Y, en general, para todo aquel que quiera disfrutar de un rato agradable con una película que transmite esperanza.

Por otra parte, la historia rinde homenaje a la labor silenciosa de tantos profesionales vocacionales que trabajan en proyectos relacionados con la infancia y la adolescencia. Como podrás desvelar al final de la película, Llenos de Gracia se inspira en una historia real. A continuación, puedes ver el tráiler de la cinta que describe fielmente el contenido de esta propuesta de cine con valores.

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