Llegada del segundo hijo

Para buscar al segundo hijo no existe un momento ideal, esto debe ir de la mano, entre otras cosas, de la situación afectiva del primer hijo. Si los vínculos que se establecieron entre la mamá y el niño son sanos, lo normal es que cuando llegue al segundo año de vida, el niño comience a separarse de la madre. En este momento se puede dar cabida a otro niño. Otros esperan que pasen varios años antes de buscar el segundo hijo, y otros piensan que luego de unos meses se sienten capacitados para buscar al hermanito. En todos los casos los niños crecerán felices.

Pero eso sí, cuando estamos esperando a nuestro segundo hijo debemos tener presente, como se siente el hermano mayor. Debemos ir preparándolo con tiempo, compartiendo con él las diferentes situaciones de forma natural, de esta forma aceptará el cambio sin darse cuenta.

La idea principal es compartir en familia todo el proceso, sin que esto signifique forzar conversaciones ni tampoco evadir preguntas que puedan ocasionarse en nuestro primer hijo.

En este embarazo, nada de nada será igual al anterior. Ni antes ni después de que haya nacido el bebé. Un detalle…. Nos va a resulta más complicado vivir el posparto con la misma plenitud que lo vivimos con nuestro primer hijo, la razón es muy simple, ya hay otro chico en casa. Entonces difícilmente podremos abandonarnos en el mundo del bebé y extraernos del mundo que nos rodea. Por eso, se nos aconseja no esperar ni soñar un posparto como el primero, sino, seguramente, nos frustraremos. La llegada de nuestro segundo hijo nos enseñará a convivir con varios deseos y necesidades a la vez.

Lo positivo del caso es que ya nos encontramos entrenadas y capacitadas, entonces muchas cosas nos resultaran más fáciles. Por ejemplo, sabemos que para criar a un hijo no se necesitan ni la mitad de cosas que hemos comprado durante nuestro primer embarazo. ¡A quien no le pasó de comprar mil modelos de chupetes o mil modelos de biberones solo por miedo a que nuestro bebé no se adapte a ninguno! ¡Y la cantidad de cepillos y peinecitos que nos hemos comprado para al final terminar pelándolos!

También hemos aprendido cómo manejarnos sin la ayuda de los demás. Sabemos que cuando un bebé llora significa que tiene hambre y sueño, o también puede pasar que quiera upa solo para unos mimos.

Eso es bueno, ya sabemos que toda la energía que dedicamos a convertirnos en padres después del nacimiento del primero ya no tendremos que usarla porque nuestro camino ya está hecho.

El aspecto negativo, es que tendremos dudas y a veces aparecerán sentimientos que nos confundirán y dificultaran las relaciones familiares. Lo normal es que todos los ojos apunten a como se siente el hermano mayor, como si este fuera el único miembro de la familia que va a sentir algo negativo. Pero el papá también puede llegar a sentirse abandonado y molesto, la mamá culpable e impotente y el bebé que ira creciendo también podrá ponerse celoso de ver que su hermano mayor sabe más cosas.

Pero como siempre te decimos, no hay que preocuparse. Que existan sentimientos negativos no quiere decir que las cosas no vayan a salir perfectamente. Así que tranquila y a disfrutar de este segundo embarazo…

Fuente | Ser Padres Hoy

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