Libros con texturas para niños: características y beneficios
En la actualidad, muchos lectores prefieren la lectura de un libro en papel a una publicación en formato digital. Un ejemplar impreso ofrece otros estímulos más allá de la lectura del texto. Las páginas de un volumen antiguo, por ejemplo, desprenden su propio aroma. El paso de las páginas tiene un sonido característico. Y, además, la textura de la portada y del papel es muy agradable.
Pues bien, la animación a la lectura en los primeros meses de vida del bebé también pone el acento en la importancia de las sensaciones. Los libros de texturas son auténticas obras de arte que están integradas por acabados diferentes.
De este modo, el lector interactúa con la obra y descubre los matices de cada tipo de textura. Por tanto, es un libro que contiene una amplia lista de ingredientes y materiales. Algunos poseen un acabado liso, otros destacan por su forma en relieve o por un aspecto más rugoso. Algunos presentan una mayor suavidad. La literatura infantil es una ventana hacia el encuentro con la realidad. Pues bien, un libro sensorial es un juguete que propicia el descubrimiento de lo real a través del sentido del tacto. Mediante el contacto con las diferentes texturas, el niño percibe sensaciones variadas que despiertan su curiosidad. Algunas de ellas son muy agradables. ¿Qué beneficios ofrecen?
1. Desarrollo de la memoria táctil
Actualmente, los bebés nacen y crecen en un entorno visual. La información representada a través de imágenes alimenta la memoria visual. Pues bien, un libro con texturas ofrece recursos y herramientas para identificar objetos a través del tacto.
2. Aprendizaje de nuevos conceptos
Los cuentos están integrados por un vocabulario sencillo. Pero la información de una obra sensorial también adquiere forma más allá del texto. Los libros con texturas son prácticos, por ejemplo, para aprender letras o números.
3. Comprensión de la realidad
El lector puede adentrarse en el contenido incluso cuando no tiene la capacidad de leer las frases. Por medio del sentido del tacto capta una amplia variedad de detalles.
4. Ofrecen compañía
El libro es un recurso educativo y pedagógico que propicia el encuentro en familia. El bebé está acompañado, al menos, por un adulto que interactúa con él durante la lectura. Pero, además, una obra de estas características es perfectamente manipulable. No se estropea fácilmente, ya que es fuerte y resistente. Y, por ello, se desplaza con facilidad de un sitio a otro. Aporta seguridad, creatividad y compañía en el entorno habitual, pero también durante un viaje.
Por otra parte, los libros con texturas se adaptan a las necesidades de la piel de las manos suaves de los niños. Existen distintos tipos de obras para bebés. Las publicaciones que tienen un componente sensorial no solo pueden poner el acento en las sensaciones del tacto, sino también en los sonidos. Ambos ingredientes pueden estar unidos en un mismo volumen. Pero también puedes encontrar propuestas que, únicamente, ponen el acento en la información percibida a través de los materiales que la componen.
Los libros con texturas para niños alimentan la imaginación, el juego y la animación a la lectura. Pero, además, también fortalecen el vínculo afectivo entre la familia y el bebé.
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