Libertad de expresión artística: qué es y cómo influye en niños

A pesar de que el don de la libertad sea inherente a la persona, la experiencia del ser humano choca con límites, circunstancias complejas y cadenas. Es decir, el horizonte de la libertad, que también se expande a través del arte y los procesos creativos, alcanza su verdadero potencial cuando el niño tiene la oportunidad de desarrollarse a sí mismo a través del arte. Es decir, encuentra un entorno favorable para nutrirse a nivel creativo, desarrollar ideas y experimentar.

La libertad de expresión artística también es clave para los autores y artistas que imprimen su punto de vista en obras y composiciones. Sin duda, la libertad de expresión artística también se enriquece con el diálogo, las críticas constructivas, el aprendizaje y el respeto. Por el contrario, se limita con distintas formas de censura.

Libertad de expresión en el proceso creativo: clave para impulsar el talento del niño

La madurez de una obra tiene una mayor trascendencia desde el punto de vista artístico cuando su autor es un profesional con experiencia. Pero la práctica de la libertad es relevante también durante la niñez. En este contexto, los progenitores y el entorno familiar también pueden hacer un ejercicio de autocrítica, introspección y sinceridad para identificar si están condicionando de algún modo el proceso creativo del niño. Por ejemplo, es importante no asumir siempre un rol directivo para indicar al niño los pasos de cada proceso. Tampoco se debe condicionar la libertad de expresión con la orientación de unas expectativas concretas. Por supuesto, la supervisión y atención de los padres sí debe centrarse en la seguridad infantil (en relación con la elección de los materiales o la realización de un proyecto adaptado a la edad).

La libertad de expresión infantil es un ingrediente clave para el desarrollo artístico del niño. Y dicho desarrollo no está determinado por el resultado final, sino por la experiencia que ofrece el proceso. El niño puede nutrirse con aquellas referencias, experiencias, vivencias y ejemplos que tiene a su alcance. Y es que, el arte se enriquece con el factor humano. Por supuesto, la expresión artística puede potenciarse por medio de la formación en diferentes disciplinas como la pintura, el dibujo, la escritura o la música.

La formación: clave para impulsar la creatividad y la libertad en el arte

La formación, como impulso del aprendizaje, puede ser clave para perfeccionar la técnica, utilizar diferentes recursos o desarrollar una idea original. La investigación, la experimentación y el descubrimiento de diferentes influencias está muy presente en la carrera artística de aquellos profesionales que posicionan su trayectoria en este ámbito. Pues bien, la formación también es clave durante la niñez como elemento esencial que expande el horizonte vital, el campo de acción y la sensibilidad artística.

La defensa de la libertad de expresión también es clave en la elección de libros, cuentos y experiencias artísticas que educan al niño en el respeto a otros puntos de vista.

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