Lectura recomendada de la semana: Quiero ser siempre princesa

El mundo de la literatura infantil esconde grandes claves para solucionar ciertos «problemillas» que se van presentando a lo largo de la infancia, los mismos que, de no solucionarlos, pueden prolongarse a lo largo de toda la vida. En la mayoría de los casos son gestos cotidianos, sentimientos perdidos o emociones que no sabemos canalizar en su justa medida. Aunque, visto así, podría parecer una de esas gestas insalvables, todo resulta mucho más fácil si un personaje de cuento nos lo explica con su lenguaje más natural.

En «Quiero ser siempre princesa» nos vamos a encontrar a una niña que no quiere dejar nunca de ser la princesita que quieren sus papás, esa que deja de ser ella misma para convertirse en aquello que esperan los demás. Este deseo, casi enfermizo por complacer al resto del mundo, puede llegar a hacernos infelices el resto de nuestra vida. Menos mal que siempre podemos solucionarlo.

«Quiero ser siempre princesa» nos presenta a Alex, una niña que está siempre preocupada por agradar a los demás, especialmente a sus padres, tanto es así que en ese empeño llega a rozar la infelicidad, dejando de ser ella misma para convertirse en ese producto que esperan los demás de ella. Por nada del mundo quiere dejar de ser esa «princesa» perfecta que todos esperan, salvo que, en ese empeño, acaba convirtiéndose en rana.

La autora de «Quiero ser siempre princesa» es la vallisoletana Beatriz Cazurro Burgos, y las hermosas ilustraciones son de su hermana María Cazurro Burgos. Un libro ideal tanto para los niños como para los adultos que, sin dejar su espíritu infantil, necesitan recuperar esa libertad de ser y sentir por uno mismo.

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