Lectura en voz alta para fomentar la oratoria en los niños
Aquellas experiencias que suponen afrontar el reto de hablar en público pueden vivirse como un auténtico desafío. De hecho, existen algunos miedos que, en ocasiones, surgen en ese proceso. Actualmente, la formación en idiomas y el desarrollo de competencias tecnológicas aporta en los niños un aprendizaje adaptado a las necesidades del tiempo presente.
Pues bien, aquellas experiencias que potencian la oratoria crean una base positiva. Hacen que el niño se familiarice con rutinas que elevan la preparación para hablar en público. La lectura en voz alta adquiere un importante valor en este contexto. ¿Por qué está directamente vinculada con la oratoria?
1. Participación en un espacio compartido
En ocasiones, la lectura en voz alta se utiliza como una técnica de estudio que potencia el repaso y la memoria auditiva. Sin embargo, es una experiencia que también posee un sentido literario. En ese caso, la voz del niño une a quienes participan de ese momento en torno a una misma historia. En definitiva, al igual que ocurre en una exposición oral, el lector es consciente de que otras personas reciben la información.
2. Conexión con la propia voz
El lector forma parte de un espacio compartido, ya sea en el ámbito familiar o educativo. Pero también conecta con su propia voz desde distintas perspectivas: ritmo, tono, modulación, respiración… Es decir, la lectura en voz alta crea el entrenamiento necesario para descubrir nuevos matices que, por otra parte, pueden trasladarse al contexto de una presentación en público. Por ejemplo, las variaciones en la modulación de la voz dan dinamismo y ritmo a un mensaje que, en ausencia de esos giros, puede resultar más monótono. Los silencios, las pausas y el compás que acompañan a la lectura son otros ejemplos a tener en cuenta.
La lectura en voz alta tiene varios aspectos en común con las exposiciones orales. De hecho, algunos ponentes utilizan un discurso escrito como medio para mantener el orden en la argumentación de las diferentes ideas.
3. Ampliación del vocabulario
La lectura infantil, en sus diferentes formas, enriquece el vocabulario porque facilita el acceso a nuevos sinónimos, sustantivos, antónimos y adjetivos. Por ello, leer aporta nuevos recursos expresivos que se alinean directamente con la oratoria (que mejora el lenguaje verbal).
En definitiva, el lector adquiere una mayor destreza para elaborar descripciones, presentar un punto de vista, hacer un razonamiento o enlazar diferentes ideas.
4. Una forma de comunicación y conexión con el oyente
La oratoria pone en conexión al orador con el interlocutor que ocupa la posición de oyente. Una forma de comunicación que también es visible en el proceso de lectura en voz alta que crea un marco de conexión en torno al libro. La lectura en voz alta, como medio para potenciar la oratoria a largo plazo, es una fórmula sencilla que se adapta a la edad del lector. Este participa en un entorno que le resulta familiar, es decir, se siente acompañado mientras pronuncia las palabras del texto. Pero experimenta un proceso similar a aquel que se produce en el marco de una exposición en público.
La relación entre la lectura en voz alta y la oratoria no solo se manifiesta cunado es el niño quien protagoniza la narración. También aprende por medio de la observación del ejemplo de otras personas.
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