El lado positivo de los deberes

El lado positivo de los deberes

Escrito por: Belén    1 junio 2013    2 minutos

Ayer nos hablaba Leticia sobre una normativa gallega que prohíbe a los colegios mandar deberes a los niños y que se ha aplicado en un colegio a petición de un padre. Esta noticia ha rescatado la vieja polémica sobre las tareas escolares en casa, un tema más de los muchos que dividen a los padres. Quienes se oponen argumentan principalmente que las horas lectivas deberían ser suficientes para el aprendizaje y que los niños han de ser niños y necesitan más tiempo para jugar y otras actividades.

Yo no creo que los deberes sean perjudiciales si se hacen bien. Creo que las tardes son largas y hay tiempo para todo, que son estupendos para seguir los progresos de nuestros hijos en clase y detectar la necesidad de ayuda si es el caso, y que establecen una rutina que les será necesaria si deciden seguir estudiando de mayores. Me gusta llamarlos prácticas más que deberes, porque para conseguir hacer casi todo es necesario practicar mucho, tanto para leer bien como para bailar el hula-hop.

Eso sí, los deberes deben ser propuestos con criterio, ocupar no más de media hora diaria o una como mucho para los más mayores, que sean semanales y no diarios para que el propio niño se organice la semana y elija su ritmo, amenos y diferenciados del trabajo de clase. Si además son creativos y les permiten poner en práctica lo aprendido en el cole, mejor aún.

Creo que en la mayoría de los colegios lo que yo propongo es una utopía, solo hay que ver lo que se reduce el número de niños en el parque o en las clases extraescolares cuando empiezan Primaria. La mayoría de padres con los que he hablado culpan a los deberes, que son excesivos y no dejan tiempo para nada. Eso es una barbaridad, aunque me temo que también hay muchos niños que pasan las horas desde la salida del cole enchufados a la televisión, el ordenador o la consola. Y padres con pocas ganas de sentarse con sus niños a jugar o hacer deberes, que es peor aún ya que no suelen sentarse motu proprio. Hay o debería haber tiempo para todo, ¿no crees?.

Foto | Flickr-sanjoseraginggrannies

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