¿La presión por tener otro hijo te impide disfrutar tu maternidad?
Las expectativas de futuro interfieren en la felicidad presente en numerosas ocasiones. Existe una situación frecuente en la maternidad que refleja esta circunstancia. A veces, las madres no consiguen disfrutar plenamente de los momentos que comparten con su primer hijo porque sienten la presión de darle un hermanito.
Es decir, quieren ampliar la familia, pero tal vez el proceso se prolongue más en el tiempo o todavía no han decidido cuál es el mejor momento para intentarlo.
La presión social por tener un segundo hijo
La presión social también puede proceder del entorno por medio de mensajes, preguntas incómodas y opiniones que muestran múltiples creencias limitantes en torno al hijo único. Esa presión social se alinea con una visión de la felicidad individual o familiar en la que siempre parece faltar algo para experimentar una plenitud completa. Sin embargo, desde esa visión, es muy posible que una madre no disfrute verdaderamente de su maternidad, si siente algún tipo de presión para tener un segundo hijo.
Cómo superar la presión social por tener un segundo hijo
¿Qué puedes hacer para protegerte del estrés, la frustración, la impaciencia o la tristeza que esa situación puede producir? Vive tu experiencia de la maternidad desde tu realidad concreta y particular: apóyate en los aspectos positivos y no entres en la dinámica de establecer comparaciones con otras familias. Tampoco limites tu felicidad presente al cumplimiento de expectativas de futuro (que pueden cumplirse o no).
Los comentarios externos no dependen de ti, sin embargo, si producen una huella en tu ánimo, puedes pon el foco en lo que puedes gestionar: tu respuesta y tu resiliencia. No pongas sobre ti el peso de creencias limitantes sobre la felicidad y la familia. En realidad, son otras personas las que cargan con ideas reduccionistas cuando te hacen comentarios de forma repetida en torno a un tema que a ti te incomoda. Y no tienes por qué justificarte o dar explicaciones.
No es una obligación tener un segundo hijo
Un proyecto de vida familiar refleja la evolución del grupo por medio del cumplimiento de objetivos vitales. Tal vez quieras tener un segundo hijo y esa meta forme parte de tus expectativas en un plazo determinado. Encuentra el equilibrio para poner atención en ese propósito, pero sin que llegue a eclipsar la realidad que protagonizas actualmente.
La presión social en torno a la maternidad puede vivirse incluso antes de tener un segundo hijo. Muchas mujeres la sienten antes de formar una familia. En consecuencia, esa influencia no siempre desaparece del entorno de la afectada. ¿Qué medidas puedes adoptar para relativizar su impacto? Cuestiona aquellas creencias que, como si fuesen verdades universales, se han instalado en la base de una mentalidad que pone el acento en la conveniencia de tener un segundo hijo (sin tener en cuenta las circunstancias, las expectativas o la realidad de cada madre).
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