La influencia de la estética en un espacio de aprendizaje
La elección de la escuela infantil o de un colegio está condicionada por diferentes elementos. La decisión final se fundamenta en una suma de factores que ponen en valor la propuesta pedagógica de una institución educativa. Existe un aspecto que se percibe directamente a través de la información visual: la imagen de las instalaciones.
Es decir, el estado en el que se encuentra el edificio y su disposición interior, los colores utilizados en la decoración, el contexto exterior que rodea la entrada al centro, la iluminación, la combinación de colores empleados en el interior o el aspecto de la fachada.
Un espacio bonito produce emociones agradables que favorecen el aprendizaje
La estética no es un aspecto superficial que ocupe un lugar secundario en la elección de un centro educativo. De hecho, el factor estético se integra en la planificación que conduce a la creación de un espacio de aprendizaje. Por ejemplo, el orden proporciona una agradable experiencia de bienestar. Por ello, se convierte en un ingrediente esencial en la escuela, en casa o en una biblioteca infantil.
El factor estético es tan importante en un ambiente educativo que, incluso, existen proyectos de reforma que están motivados por el deseo de trasformar un escenario para hacer que sea más creativo, agradable y acogedor. A través del sentido de la vista es posible captar información de un edificio en la primera impresión. La interacción con un entorno, que se percibe como estéticamente bello, produce emociones agradables. Las sensaciones y los sentimientos experimentados influyen positivamente en el aprendizaje. La estética de un centro escolar se analiza desde una perspectiva integral. Es decir, puede evaluarse desde la entrada hasta cada una de las estancias que componen el edificio.
La estética agradable de un ambiente educativo no hace referencia al lujo. Está alineada con el confort que aporta un entorno cuidado, ordenado, sencillo y no recargado. Es un entorno que ha sido planificado para alimentar la curiosidad, la creatividad, la interacción, la formación y el descubrimiento. La estética de un espacio no solo adquiere una relevancia esencial en un proyecto de reforma, sino en la organización de los materiales que forman parte del aula en cada curso.
No hay que establecer conclusiones precipitadas a partir de la primera impresión
Un espacio muestra su mejor versión a través de una estética cuidada. De hecho, invita a ver qué hay más allá de sí mismo. Con frecuencia, esa carta de presentación refleja el alto nivel de atención al detalle que caracteriza a la institución educativa. Aunque es importante no establecer conclusiones precipitadas sobre un centro a partir de la primera impresión.
Ese momento debe estar acompañado por un proceso de documentación posterior que permite conocer la misión, la visión, la filosofía y los valores que guían el proyecto educativo. Los niños pasan mucho tiempo en el entorno académico. Por ello, al igual que el propio hogar, ese escenario debe ser cómodo, funcional y acogedor. En definitiva, debe adaptarse a las necesidades del alumno. De este modo, la disposición del entorno se convierte en un medio de apoyo para explorar el lugar con seguridad.
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