La asamblea en la Escuela Infantil: definición y objetivos

La asamblea en la Escuela Infantil: definición y objetivos

Escrito por: Maite Nicuesa    10 mayo 2021    3 minutos

La asamblea forma parte de la rutina de la escuela infantil, participan niños de entre 0 y 3 años que, en este contexto, aprenden nuevos conceptos

Los niños de 0 a 3 años aprenden rutinas en la escuela infantil. Uno de los espacios que forma parte de la dinámica del aula en esta etapa es la asamblea. Da comienzo al inicio de una nueva jornada.

En esta presentación y bienvenida, se enmarcan algunos de los rituales más significativos del día. El saludo es uno de ellos. Y también se lleva a cabo una actividad que enseña y educa. Por ejemplo, cantar una canción, leer un cuento, aprender normas y adquirir hábitos.

Un espacio de conversación, aprendizaje y encuentro

La escuela infantil es un espacio de convivencia que fomenta el bien común. Pues bien, la asamblea ocupa un lugar relevante en la estrategia educativa de un centro. Es un espacio de reunión, encuentro y bienvenida. Como puedes deducir a partir del nombre elegido para llamar a esta rutina, este espacio es participativo.

En este marco de acción es posible integrar detalles que se repiten de lunes a viernes. Por ejemplo, marcar el día de la semana. Pero también es esencial incorporar novedades que potencian el aprendizaje. El tiempo destinado a la asamblea aumenta de forma gradual desde los 0 hasta los 3 años. Pero, en todos los cursos, este tiempo es breve para mantener la atención de los peques. Los niños adquieren habilidades lingüísticas en clase.

En el aula se desarrollan dinámicas que promueven este aprendizaje. Y la asamblea es un espacio de reencuentro, reconocimiento, conexión, interacción y escucha. Los niños se familiarizan con el contexto social y educativo del que forman parte. Y, a su vez, también se relacionan con los profesionales que les guían y acompañan en este proceso de aprendizaje.

Asamblea Educacion Infantil

Qué aprenden los niños cada día en la asamblea

Las rutinas llevadas a cabo en este ambiente tienen un enfoque práctico. Por ejemplo, son esenciales para aprender los días de la semana, una canción didáctica o los números. Los aprendizajes desarrollados en la asamblea también tienen un elevado valor emocional y social. Emociones, sentimientos y relaciones personales adquieren un significado especial en este escenario. De hecho, los alumnos aprenden el nombre de sus compañeros. Así como también identifican a los compañeros presentes y aquellos amigos que no han ido ese día a clase.

Las dinámicas llevadas a cabo en la asamblea también se enmarcan en el periodo específico del curso. A principio de año, por ejemplo, se trabaja la adaptación a este nuevo capítulo de la escuela infantil. En este entorno, también es posible poner en conexión la nueva jornada con las dinámicas realizadas en el día previo (al hacer un breve resumen a modo de síntesis de la rutina ya vivida). Pero, también, es el momento ideal para presentar algunas de las dinámicas que formarán parte del presente más inmediato.

Es positivo crear esta conexión entre el ayer y el hoy porque el conocimiento se afianza a partir de lo ya aprendido. Hemos comentado que los alumnos aprenden normas en este entorno. A lo largo de esta experiencia, adquieren poco a poco la costumbre de atender el turno de palabra. Dado que esta es una dinámica en la que intervienen distintas personas, este aprendizaje tan valioso facilita la comunicación.

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