Jugar en la calle en la ciudad: 6 dificultades para los niños

Muchos niños recuperan el juego al aire libre durante el verano como una experiencia cotidiana. El entretenimiento de los juegos con otros vecinos, amigos y compañeros de clase durante la infancia es una experiencia positiva.

A pesar de ello, el paisaje de las ciudades se caracteriza principalmente por la ausencia de niños que se divierten libremente en un entorno próximo al domicilio. ¿Cuáles son los límites que han reducido el espacio de la infancia en relación con los juegos infantiles al aire libre?

1. Noticias y sucesos negativos que producen alarma y preocupación

El estilo de vida en la infancia cambia de forma visible en el pueblo y en la ciudad. La percepción del riesgo ante diferentes peligros potenciales está más presente en las ciudades. Aunque el barrio sea un entorno amable y seguro, existe una mayor sensación de falta de control. De hecho, mientras que en los pequeños núcleos de población todos los vecinos se conocen, la relación con los vecinos cambia en la ciudad.

2. Niños con poco tiempo libre para jugar

Aunque jugar debería ser una prioridad durante la infancia, no solo en vacaciones, la agenda infantil de muchos niños muestra una realidad distinta. Con frecuencia, el horario de las tardes, de lunes a viernes, gira alrededor de diferentes actividades extraescolares, deberes y rutinas que reducen al mínimo el espacio disponible para jugar.

3. El juego infantil está supervisado por la presencia de un adulto responsable

El juego infantil en la calle se ha reducido de forma significativa, en relación con otras generaciones, en un contexto en el que es habitual que la diversión infantil se alinee con la seguridad y la supervisión de un adulto responsable.

4. Tráfico abundante en las zonas que se enmarcan en el entorno próximo al domicilio

Los juegos en la calle en pueblos y ciudades fluyen con mayor tranquilidad en espacios que tienen las condiciones adecuadas para ello. El tráfico abundante en los grandes núcleos de población se convierte en una dificultad habitual. Es decir, la ubicación del domicilio y el entorno que rodea el hogar pueden mostrar algún tipo de carencia en relación con este punto.

5. Cuando los niños parecen molestar en una sociedad que gira en torno a los adultos

La sociedad actual gira principalmente en torno a las necesidades de los adultos. Desde este ángulo, los juegos en la calle parecen convertirse en una molestia o en un incordio para algunos vecinos que buscan la tranquilidad absoluta.

6. Tendencia hacia una forma de ocio más individualista

Los juegos en la calle representan el encuentro con el grupo. Los cambios que se materializan en el estilo de vida muestran una mayor preferencia hacia otras formas de ocio que tienen un enfoque más individualista o que se desarrollan en grupos pequeños en el hogar.

Uno de los cambios más significativos que experimentan abuelos y padres en relación con los niños de hoy en día es este: los juegos en la calle que eran tan habituales en el pasado han quedado en un segundo plano en la actualidad.

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