Jugar con los niños en casa: 5 beneficios para la familia
Otoño e invierno son periodos en los que, a diferencia del verano y la primavera, aumenta el tiempo en casa. El hogar se convierte en el escenario de la vida familiar. Y en la rutina también hay espacio para los juegos infantiles.
De hecho, es uno de los ingredientes que aporta un factor sorpresa en lo cotidiano. Es una experiencia que potencia la creación de un universo propio. En consecuencia, suma momentos de improvisación y espontaneidad. ¿Qué beneficios aportan los juegos en casa?
1. Disfrutar del hogar
No existe un único lugar para planificar momentos de ocio. Sin embargo, el escenario del hogar destaca por su accesibilidad y cercanía. Es decir, ofrece el contexto perfecto para aprovechar incluso los breves espacios de tiempo (evitando desplazamientos más largos).
2. Dar vida al hogar
El comienzo de una etapa en una vivienda no implica que ese inmueble se sienta como un verdadero hogar desde el principio. La experiencia de estar y sentirte como en casa va más allá de la estética y la decoración. Conecta con la percepción de ese entorno, es decir, con las vivencias.
Pues bien, jugar con los niños en casa es un hábito que aporta un significado valioso al hogar. La calidez y la creación de un entorno acogedor no depende, únicamente, de un estilo específico. Los juegos en familia crean un clima agradable y amable que nutre a quienes forman parte del grupo.
3. Expresar y recibir afecto
La comunicación es inherente al proceso de entretenimiento. El juego en familia busca el bien común. Alimenta la felicidad compartida desde un punto de vista realista, es decir, no cae en la idealización. Por ejemplo, la experiencia aporta herramientas y recursos para superar conflictos y diferencias en un contexto de diversión.
4. Conectar con lo importante: el presente y la familia
En más de una ocasión hemos recordado la importancia que tiene el presente en la vida familiar. Es un mensaje que está muy integrado en el conocimiento teórico de la mayoría de las personas. Sin embargo, la práctica presenta numerosos desafíos y distintas formas de autoboicot. Pues bien, los juegos en familia transcurren en presente.
Por ello, ofrecen la oportunidad de conectar con aspectos tan importantes como el propio hogar, como símbolo de intimidad y privacidad. Y, también, con los seres queridos que ofrecen tanta compañía.
5. Crear la semilla de una tradición: compartir tiempo juntos
La esencia de una tradición puede adaptarse y reinterpretarse en diferentes etapas de la historia familiar, al compás del propio crecimiento de los hijos y de la evolución de los adultos. Jugar en casa en familia es una experiencia sencilla que tiene un importante significado.
Por ello, puede convertirse en la semilla de un hábito que perdura a lo largo de los años, aunque sea en planes diferentes. El juego en familia simboliza el valor del encuentro y la creación de un universo común que se enriquece con un lenguaje único.
Por tanto, jugar con los niños en casa aporta beneficios a toda la familia. La experiencia es una fuente de autoestima, bienestar personal, conexión emocional, entretenimiento y diálogo.
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